Padre Jesús Fernando Vega Muñoz
Celebrar la fiesta de la Candelaria como comúnmente nosotros decimos. es celebrar a Jesús que con esas luces que se bendicen en este día recordamos que él es la luz que nos ilumina a todos nosotros
Jesús es presentado en el templo después de 40 días de nacido y es en ese momento, donde estos padres María y José llevan al niño lo presentan y lo hacen de una manera humilde, pues ellos desde su pobreza también quieren presentar a su hijo en el templo, llevan a muchos niños y hay muchas madres para la purificación, pero hay algo especial en este momento y es la sabiduría de unos ancianos que estaban esperando con ansia al Mesías
Simeón, está a la puerta y se alegra cuando ve llegar al niño junto con José y María, lo toma en sus brazos y es ahí donde recita esas palabras tan hermosas anciano Simeon: Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.
Pero también le dice a María y a José, Este ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción y a ti misma una espada te traspasará el alma, para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones.
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, ya muy avanzada en años. De joven había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones noche y día. Presentándose en aquel momento, alababa también a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén.
Con respecto a Simeon y Ana el Papa Benedicto XIV dijo incluso los sacerdotes demostraron ser incapaces de reconocer los signos de la nueva y esperada presencia del Mesías y Salvador. A solas los dos ancianos Simeón y Ana descubren esta gran novedad guiados por el Espíritu Santo en este niño encuentran el cumplimiento de su larga espera y vigilancia ambos contemplan la luz de Dios que viene a iluminar el mundo y su mirada profética se abre al futuro en el anuncio del Mesías la actitud profética de los ancianos contiene toda la antigua Alianza que expresa la alegría del encuentro con El Redentor al ver al niño Simeón y Ana entendieron que él era El Mesías esperado.
Qué bueno que nosotros podamos ser en este año, esos peregrinos como María y José de la esperanza que la llevan a todas las gentes, a los niños a los jóvenes, a los ancianos, que seamos esos peregrinos de la esperanza y que recibamos la luz que es Jesús que disipa las tinieblas del mal
Que escuchemos a nuestros ancianos porque ellos tienen palabras de mucha sabiduría y que acojamos y llevemos a los niños y los presentemos también ante Dios padre misericordioso para que nunca se suelten de la mano de Dios padre que siempre está dispuesto a abrazarnos y a perdónanos.
Himno de vísperas de la liturgia de las horas.
De una Virgen hermosa
celos tiene el sol,
porque vio en sus brazos
otro Sol mayor.
Cuando de oriente
salió el sol dorado,
y otro Sol helado
miró tan ardiente,
quitó de la frente
la corona bella,
y a los pies de la Estrella
su lumbre adoró,
porque vio en sus brazos
otro Sol mayor.
“Hermosa María
dice el sol, vencido,
de vos ha nacido
el Sol que podía
dar al mundo el día
que ha deseado.”
Esto dijo, humillado,
a María el sol,
porque vio en sus brazos
otro Sol mayor.
Al Padre y al Hijo
gloria y bendición,
y al Espíritu Santo
por los siglos honor. Amén.