Por: Javier Orlando Muñoz Bastidas.
El filósofo Pierre Hadot realiza un planteamiento claro: la filosofía en la antigüedad era un modo de vida especial. Lo anterior se opone de forma radical a la concepción que afirma que la filosofía es sólo un sistema de pensamiento. Lo importante del estudio de Hadot a la filosofía antigua, es que evidencia que el sistema de pensamiento era una consecuencia necesaria de un modo de vida especial, y no el objetivo fundamental. Pero también permite preguntar: ¿por qué en la tradición filosófica occidental posterior, la filosofía se asumió como la construcción de un sistema de pensamiento, soslayando la importancia de asumir un modo de vida excelso y diferente? Esta última cuestión hace que la obra de Hadot, no sólo sea histórica, sino que también sea un ejercicio de creación filosófica, en tanto se asume el estudio filosófico como un ejercicio espiritual, desde el que se asume la existencia como un cuidado de sí.
Pero la filosofía como un modo de vida, debe ser la afirmación de la existencia como excelsitud y diferencia. No cualquier modo de vida puede considerarse como filosófico, sino aquél en el que la existencia puede expresar en plenitud y diferencialmente su potencia. ¿Cuál es el sentido de lo excelso? Hadot asume el concepto de excelencia platónico, más que el aristotélico. Para Platón, la excelencia es la acción de virtud que se realiza desde la Idea. Vivir filosóficamente es hacerlo desde la consciencia y guía de la Idea. Por esto, la excelencia es una afirmación de la diferencia. ¿Cuál es el sentido de la diferencia? Un modo de vida es excelente cuando afirma la singularidad única e irrepetible de la individualidad.
Es fundamental preguntar: ¿la filosofía como modo de vida excelso, es sólo la posibilidad de una minoría? Para Hadot todo individuo es singular, y tiene la posibilidad de expresar y desplegar afirmativamente excelsa y diferencialmente dicha singularidad. Pero para esto, debe asumir su existencia como un arduo y constante ejercicio espiritual, es decir: como una reflexión interna que permite una apertura continua de la consciencia de sí. Los ejercicios espirituales en mención, deben ser los adecuados para un auténtico cuidado de sí, desde el que la excelsitud y la diferencia de la singularidad individual sean posibles. La filosofía como modo de vida, implica el diseño y creación de planos de inmanencia existenciales, desde los que la unicidad se crea y se re-crea en devenir.
El problema fundamental es que, si bien construir un sistema de pensamiento no es una garantía para la afirmación de un modo de vida excelso, sí lo es la construcción consciente de la Idea. Entonces, ¿la Idea no es un sistema de pensamiento? ¿o es un sistema de pensamiento, que implica la excelencia y la diferencia como modo de vida? Lo que hace excelso y diferente el modo de vida filosófico, es que implica, de forma inmanente, la transformación y apertura de una consciencia de sí superior.
Bibliografía.
Hadot, Pierre (2006) Ejercicios espirituales y filosofía antigua, Ediciones Siruela.
Hadot, Pierre (1998) ¿Qué es la filosofía antigua? Fondo de Cultura Económica.