La agencia S&P Global Ratings ha ratificado la calificación crediticia de Colombia en ‘BB+/B’ para moneda extranjera, manteniendo una perspectiva negativa debido a desafíos fiscales y expectativas de crecimiento económico moderado.
Por: Alejandro Zúñiga Bolívar
La agencia calificadora de riesgo S&P Global Ratings ha decidido mantener la calificación crediticia de Colombia en ‘BB+/B’ para moneda extranjera, mientras que la calificación para moneda local se mantiene en ‘BBB-‘. Sin embargo, la perspectiva continúa siendo negativa, reflejando preocupaciones sobre los desafíos fiscales que enfrenta el país y las expectativas de un crecimiento económico moderado en los próximos años.
Las calificaciones crediticias son evaluaciones que realizan agencias especializadas para determinar la capacidad de un país o entidad de cumplir con sus obligaciones financieras. Una calificación de ‘BB+’ indica que, aunque el país tiene capacidad para cumplir con sus compromisos financieros, existen ciertos riesgos que podrían afectar esa capacidad en el futuro. La perspectiva negativa sugiere que la calificación podría ser rebajada si las condiciones económicas o fiscales empeoran.
Factores que influyen en la calificación de Colombia
S&P destaca que Colombia cuenta con instituciones sólidas, una democracia estable y una división de poderes que han permitido la implementación de políticas económicas a largo plazo. Estas características son vistas como fortalezas que respaldan la calificación actual.
No obstante, la agencia también señala que los altos déficits fiscales han contribuido al incremento de la deuda gubernamental. A pesar de una recuperación en los ingresos proyectada para 2025, estos déficits representan un desafío significativo para la economía colombiana.
S&P proyecta que la economía colombiana crecerá un 1,7% en 2024, con expectativas de que el crecimiento alcance el 2,9% para 2027. Este aumento estaría impulsado por un consumo resiliente y una recuperación en la inversión. La agencia también anticipa que una mejora en el crecimiento económico podría traducirse en mayores ingresos tributarios. Combinado con medidas de austeridad, esto permitiría al país cumplir con la Regla Fiscal y lograr una consolidación fiscal entre 2025 y 2026.
En todo caso, los analistas nacionales e internacionales, han puesto de presente que la decisión de S&P era previsible y aclara que, desde hace ya un buen tiempo, los mercados internacionales vienen tratando a Colombia con un riesgo país alto. Por eso, que se mantenga la calificación no ha generado mayor revuelo en los mercados porque Colombia, ya venía siendo objeto de análisis de riesgo con una perspectiva negativa.