Por: Alejandro Zúñiga Bolívar, El Liberal.
Mientras planchaba mis camisas, una actividad que parece desvanecerse en la modernidad, me sumergí en el video podcast “Menopáusicas y qué” de María Elvira Samper y Yolanda Ruiz. La invitada era Martina Camargo, una cantaora cuya voz y energía me cautivaron de inmediato.
Martina Camargo nació el 11 de marzo de 1960 en San Martín de Loba, Bolívar, a orillas del río Magdalena. Desde temprana edad, absorbió la tradición de la tambora, influenciada por su padre, Cayetano Camargo, un reconocido compositor y poeta de la región. Su carrera artística despegó en 1988, cuando, junto a su padre, comenzó a interpretar y difundir los ritmos ancestrales de su tierra.
A lo largo de 36 años de trayectoria, Martina ha lanzado cinco álbumes que celebran la riqueza cultural de la tambora. Su más reciente trabajo, “Canto y río”, ha sido nominado al Grammy Latino en la categoría de Mejor Álbum Folclórico, un reconocimiento que destaca su dedicación y pasión por la música tradicional colombiana.
Lo que más impresiona de Martina es su vitalidad en el escenario. A sus 64 años, su voz resuena con la misma fuerza y emoción que en sus inicios. Su presencia escénica es un testimonio de su amor por la música y su compromiso con la preservación de las tradiciones de su pueblo.
Después de la entrevista, me sumergí en su música. Canciones como “Me robaste el sueño” y “Las olas de la mar” transportan al oyente a las riberas del Magdalena, evocando paisajes sonoros llenos de historia y sentimiento. La autenticidad de su interpretación y la profundidad de sus letras reflejan una vida dedicada al arte y a la cultura.
Martina Camargo no solo merece el Grammy Latino por su álbum “Canto y río”, sino también el reconocimiento de todos nosotros por su incansable labor en la difusión de la tambora y la cultura afrocolombiana. Su música es un puente entre generaciones, una conexión viva con nuestras raíces y una celebración de la identidad colombiana.
Aprovecho el espacio para recomendarles el videopodcast de “Menopáusicas y qué” para conocer la vida de mujeres muy valiosas del país y, por supuesto, que si no han oído a Martina Camargo, se den el gusto de escucharla para que el cuerpo, hasta involuntariamente, decida bailar a los aires de la tambora.