El presidente Gustavo Petro convocó a los cuerpos diplomáticos en Colombia para denunciar un supuesto plan para derrocar su gobierno, basado en investigaciones del CNE. Sin embargo, las encuestas muestran que la mayoría de la población no cree en un complot, y expertos jurídicos aseguran que no hay riesgo real de destitución.
Por: Redacción El Liberal.
El presidente Gustavo Petro convocó a los cuerpos diplomáticos acreditados en Colombia con el objetivo de denunciar lo que él considera un plan para derrocar su gobierno. La denuncia se relaciona principalmente con las recientes investigaciones del Consejo Nacional Electoral (CNE), que indaga presuntas irregularidades en su campaña presidencial de 2022. Petro ha descrito estos eventos como el inicio de un “golpe de Estado blando”, buscando apoyo internacional para enfrentar la situación.
El contexto de esta reunión radica en las acusaciones de la oposición y del CNE, que ha señalado irregularidades como la supuesta violación de los topes de financiamiento de campaña y la falta de reportes completos de donaciones. Aunque estas investigaciones podrían culminar en sanciones económicas, la mayoría de los juristas especializados ha señalado que no hay una amenaza real de destitución para el presidente, dado que el tipo de sanciones previstas por la ley no implican la pérdida de su mandato.
Por otro lado, diversas encuestas reflejan que la opinión pública en Colombia no comparte la preocupación de Petro sobre un intento de golpe. Según los datos más recientes, un alto porcentaje de los ciudadanos no cree que exista un complot en marcha para derrocar al presidente, lo que ha generado una brecha entre las percepciones del mandatario y la población. En este sentido, la opinión pública y algunos sectores políticos ven la convocatoria de los diplomáticos como un intento de Petro por construir una narrativa de victimización y evitar enfrentar las consecuencias políticas de las investigaciones del CNE.
Este evento también ha reavivado el debate sobre la estabilidad democrática en Colombia, con algunos analistas sugiriendo que la estrategia de Petro de elevar el tono de sus acusaciones tiene el propósito de consolidar su base de apoyo ante los crecientes desafíos que enfrenta su administración en términos de gobernabilidad y oposición política.
En resumen, la convocatoria diplomática se inscribe en el contexto de las investigaciones del CNE y las denuncias de Petro sobre un golpe blando, a pesar de que tanto la opinión pública como el consenso jurídico no ven un riesgo inminente para su mandato.