Jorge Eliecer Ortiz Fernández – @jeliecerortiz
Pasados cuatro días, al escribir esta columna, el concejo municipal de Popayán, tomó la decisión, por votación mayoritaria, de aplicar moción de censura al señor Carlos Horacio Dorado, quien fungía como el Secretario del Despacho de la actual administración municipal. Interesante figura de “castigo político”, si así la pudiéramos denominar, en razón, a que, la juridicidad colombiana, no establece la moción de censura, como una norma fruto de una ley, o, decreto reglamentario, a excepción de la ley 5 de 1992 que la introduce dentro de su operatividad: “por medio de la cual se expide el reglamento del congreso; el senado y cámara de representantes”, en la cual, en su artículo 29 conceptúa: Por moción de censura se entiende el acto mediante el cual el Congreso en pleno, y por mayoría absoluta, reprocha la actuación de uno o varios Ministros del Despacho dando lugar a la separación de su cargo.”.
Ahora, respecto de los pormenores que llevaron a la corporación a tomar la decisión de aplicar la moción, digamos, que a pesar de surgir de un debate de control político, se escucha que los corporados paulatinamente se llenaron de argumentos, en consideración a los “desplantes” y “desatinos“ a la hora atender sus requerimientos, que, no obedecen a cosa diferente, a la gestión de proyectos para las comunidades, tendrán o no razón los concejales; tema que llama poderosamente la atención, pues, cómo secretario del despacho, consideraría, que es una de las funciones más importantes, como es la de mantener una relaciones armoniosas con quienes con la aprobación de acuerdos, coadyuvan en la buena marcha de la administración. Sumado esto, los medios de comunicación se dieron en la tarea de replicar aseveraciones, salidas, por parte de algunos concejales, quienes aseguraban, que, en las intervenciones del ex secretario, se escuchó términos como de “incapacidad” y falta de herramientas para poder desempeñar las funciones asignadas en el decreto No 20151100004595 del 10 de junio del 2015. Al respecto cabe preguntarse, ¿acaso fue descontextualizada la intervención del secretario?, no dé otra forma se explica, como con la vasta experiencia en lo público, que tiene el Señor Carlos, para tomar decisiones de orden funcional, conozca que claramente la operatividad de la administración pública es transversal a todas las unidades administrativas, haciendo la tarea de dirección, planeación, ejecución y control amena y efectiva.
En términos generales, la moción de censura le deja a la ciudadanía variadas lecturas; una: que, por enésima vez no logra su objetivo de destituir un funcionario, pues recordemos, que hábilmente el Señor Carlos presentó su renuncia al cargo, la cual fue aceptada de forma inmediata por él señor alcalde y es que no nos digamos mentiras, la moción en esta y todas las corporaciones de elección popular son utilizadas para “ablandar” secretarios del despacho, ministros etcétera, esto con el fin de lograr apoyos “extra oficiales”. Una segunda lectura, sobre los resultados obtenidos con la censura, hablando en materia de ganadores, es el Señor Alcalde de la Ciudad, quien ha venido demostrando, en lo transcurrido de su administración, respeto por la corporación edilicia, dejando claro, su independencia, honrando el equilibrio de poderes, entregando garantías a los gobernados, así, bien él había podido “canjear” prebendas por cesar en el desarrollo de la moción. Sería importante conocer el concepto de algunos fanáticos de redes sociales, que tratan de enlodar el nombre de una persona que no ha hecho cosa diferente, en el transcurrir de su vida, de generar más de 500 empleos desde el año 2001 e ingresos vía impuestos, para la inversión social, en el municipio de Popayán. Jorgeeliecer_ortiz@yahoo.es




