Por Eduardo Nates López.
Debo confesar que, a veces, el teclado de mi computador me juega malas pasadas y me obliga a hacer aclaraciones sobre lo que aparece escrito. En este caso me corresponde explicar varias expresiones: 1.) Donde dice “trans-misión” no se trata de la “misión” de la modelo “trans” que se coló en la comitiva presidencial en Ciudad de Panamá hace unos meses. Léase: “transmisión”, es decir, la difusión televisada de la reunión del “Sainete” (Léase: Gabinete) de la semana pasada en la Casa de Nariño. 2.) La palabra “Consejo” es como se le llama a la reunión de los ministros del despacho. Pero salió escrito con esa “S” entre paréntesis para significar “Conejo,” que, según dijo Petro, es el que les están poniendo los ministros al país, pues de 196 compromisos han incumplido 149 (el 76%). (Un cumplimiento del 24%, y quedan 17 meses de gobierno…) Y 3.) Dice “mini” porque la categoría de esos personajillos da para esa calificación: … “tamaño mini”…
Hechas las anteriores aclaraciones, entremos en el análisis de la catastrófica reunión: No podría precisar si se torna desagradable, desafiante o sospechosa la defensa a sangre y fuego de Armando Benedetti, que monta el presidente Petro, abiertamente en contra de sus alfiles más leales. Desagradable porque nadie ignora la “calidad” personal del cuestionado político, hoy Jefe de Despacho de la Presidencia. Basta saber que a tres días de la presentación ante el Gabinete Ministerial, sería imputado por la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia. Para cualquier gobernante serio, eso es suficiente motivo para no llevarlo a semejante cargo. Pero a ese antecedente falta sumarle unas noticias de prensa que hablan de más de siete procesos en contra de él; además de los odiosos actos de violencia contra su esposa (con un cuchillo en un restaurante de Madrid, peligro del que la socorrieron los meseros) y otras “perlas”, como las declaraciones, que conmovieron al país, sobre los oscuros dineros (conseguidos por él) que financiaron la campaña presidencial… ¿Será que a alguien le parece despreciable este “menú delictuoso”, y que, al contrario, lo habilita para ejercer el cargo más cercano al Presidente de la República? Desafiante porque ante las críticas más acervas de los miembros de su gabinete, prefiere despreciarlos y rasgarse las vestiduras a favor del nuevo funcionario cuestionado hasta donde no más… Y sospechoso, porque el país entero se pregunta “¿Qué será lo que le debe Petro a Benedetti?”. (No olvidemos incluir el nombre de Laura Sarabia, para completar el trío)
No sería equilibrado desconocer que en medio de la reunión del “Sainete Presidencial” hubo voces valerosas como la de la Vicepresidente Francia Márquez y la Ministra Muhamad que con “ojo lloroso” le reclamaron a Petro la desfachatez de enrostrarles a Benedetti. Inclusive un funcionario como Jorge Rodríguez que llevaba apenas seis días en el cargo de Director del Departamento Administrativo de Presidencia, DAPRE, decidió salir corriendo ante la bravata desencajada de su viejo amigo y copartidario Gustavo Petro, enajenado por la emoción de tener cerca al exembajador en Venezuela y en la FAO.
Lamentablemente, el experimento de transmitir las reuniones de alto nivel, acabó con la supuesta muestra de transparencia que quería dar el gobierno y con la poca credibilidad que le quedaba; Y dejó heridas incurables entre los integrantes del Sainete Ministerial. Además, mucha curiosidad entre los ciudadanos y un temor generalizado (envuelto en curiosidad morbosa) al prender el televisor, cuando haya reuniones en la Casa de Nariño, al mejor estilo de los Realities que están de moda…
Lo único positivo de esa aciaga reunión fue confirmar la precariedad del equipo que nos gobierna… (De ello dan cuenta los muy pobres resultados) y el “tierno ambiente” de trabajo que se respira entre los miembros del gabinete (con un “te amo” masculino incluido…). Es evidente que Petro ha decidido finalizar su lamentable periodo con los de “su gallada” y poco le preocupa que a su cercano proveedor, la Corte Suprema lo ponga a buen recaudo, porque ante semejante ausencia, él sabe que el tinto y las demás vituallas le llegarán del Palacio de San Carlos, pues su nueva inquilina también de eso sabe…