El Hospital Universitario San José de Popayán enfrenta una grave crisis debido a la falta de médicos y personal especializado, generando colapso en urgencias y cuidados intensivos, mientras un conflicto laboral entre la administración y los sindicatos agudiza la situación.
Por: Alejandro Zúñiga Bolívar, El Liberal.
La escena que presenciamos ayer dentro de las unidades de urgencias y cuidados intensivos del Hospital Universitario San José de Popayán ha dejado una profunda sensación de angustia en todos los que la vimos. El desolador panorama que quedó registrado en los vídeos que circularon rápidamente por las redes sociales mostró la trágica realidad de un hospital al borde del colapso: sin médicos que respondieran a los llamados desesperados de pacientes en estado crítico. Las maniobras de reanimación, que debieron realizar personal asistencial no especializado, se convirtieron en un esfuerzo casi desesperado por salvar vidas en medio del caos.
Los pacientes en paro respiratorio, quienes requerían maniobras urgentes para preservar sus vidas, no contaban con la presencia de médicos o especialistas. En su lugar, enfermeras y auxiliares de enfermería, heroicamente, atendían los códigos azules. Un hospital sin personal médico adecuado, con camas llenas de pacientes en situaciones críticas, expuso la cruda realidad de la crisis que atraviesa el sistema de salud en Popayán.
Este es el drama que se vive hoy en uno de los centros médicos más importantes del suroccidente colombiano. Un hospital que, hasta hace unos años, era ejemplo de atención y calidad, se ha convertido en el epicentro de una crisis sin precedentes, donde las vidas humanas penden de un hilo. Los relatos de familiares que, con lágrimas en los ojos, observan cómo sus seres queridos luchan por sobrevivir en un entorno donde los recursos médicos son prácticamente inexistentes, revelan una verdad dolorosa: el sistema de salud está fallando.
Los orígenes de una crisis anunciada
La controversia sobre el origen de esta crisis es objeto de debate. Desde la administración del hospital, se ha denunciado en repetidas ocasiones que las organizaciones sindicales están imponiendo exigencias que la institución no puede cumplir. Estas demandas, según los directivos, han llevado a un punto de tensión insoportable para las finanzas y la operación del hospital. Además, aseguran que algunas de las personas que exigen ser contratadas no reúnen los requisitos necesarios, lo que ha dificultado aún más la posibilidad de llegar a un acuerdo que permita restablecer la prestación normal del servicio.
Por su parte, los sindicatos han lanzado fuertes acusaciones contra la administración del Hospital Universitario San José. Denuncian lo que describen como presiones indebidas para afiliarse a un sindicato específico, como condición para avanzar en el proceso de contratación. Este señalamiento, grave por naturaleza, ha sido uno de los factores que han contribuido a la radicalización del conflicto, llevando a la paralización de servicios esenciales en el hospital.
El proceso de formalización laboral, que fue anunciado con gran optimismo hace apenas unos días durante una visita del Ministro de Salud a Popayán, también ha sido objeto de controversia. Los sindicatos sostienen que la administración ha utilizado este proceso para manipular a los trabajadores, condicionando su avance a la afiliación sindical. Este escenario ha creado un ambiente de desconfianza y confrontación, lo que ha terminado por afectar de manera directa la prestación del servicio.
Una parálisis que afecta a toda la ciudad
Los efectos de esta disputa no se limitan a las paredes del hospital. Popayán, una ciudad con importantes carencias en infraestructura y servicios de salud, se encuentra hoy sin una institución que pueda atender de manera adecuada a sus ciudadanos. Las urgencias están saturadas, los pacientes con condiciones crónicas ven cómo sus citas médicas son aplazadas indefinidamente, y las intervenciones quirúrgicas programadas se encuentran en lista de espera, sin una fecha clara para ser realizadas.
La falta de atención médica no solo pone en riesgo la vida de los pacientes, sino que también está generando una crisis de confianza en el sistema de salud local.
¿Quién es el responsable?
La administración del Hospital Universitario San José ha señalado que la situación es insostenible debido a las demandas laborales de los sindicatos. Según ellos, la crisis ha sido provocada por la imposibilidad de cumplir con las exigencias de los trabajadores, lo que ha llevado a la paralización de los servicios médicos. Sin embargo, desde los sindicatos la versión es completamente distinta. Para ellos, el problema radica en la falta de voluntad de la administración para negociar de manera justa y transparente, y denuncian que se les está condicionando su empleo a su afiliación a ciertos sindicatos.
En medio de esta disputa, la ciudadanía es la más afectada. Los pacientes que necesitan atención médica inmediata se encuentran atrapados en un sistema que parece estar más preocupado por las luchas internas que por su bienestar. La falta de soluciones concretas por parte de las autoridades locales y nacionales solo ha exacerbado el problema, dejando a Popayán sin uno de los servicios más esenciales: la atención médica de calidad.
El papel del Municipio: La última línea de defensa
Ante este escenario, cabe preguntarse: ¿quién es el responsable de garantizar la prestación del servicio de salud? La respuesta es clara: el Municipio. Según la ley colombiana, es el ente territorial el encargado de asegurar que los ciudadanos tengan acceso a servicios de salud adecuados. Sin embargo, el gobierno local ha sido incapaz de tomar medidas que permitan restablecer la operación del hospital, lo que ha dejado a la población desprotegida.
La falta de una respuesta eficaz por parte del Municipio demuestra no solo una falta de planificación, sino también una incapacidad para ofrecer alternativas que garanticen la atención médica en momentos de crisis. La atribución de responsabilidades a otros actores, como los sindicatos o la administración del hospital, no hace más que poner de relieve la ausencia de liderazgo y capacidad de gestión por parte de las autoridades locales.
En un contexto en el que la salud es un derecho fundamental, es inaceptable que una ciudad como Popayán se encuentre sumida en una crisis de esta magnitud sin que se tomen medidas urgentes para solucionarla. El Municipio tiene la obligación de ofrecer soluciones, ya sea a través de la contratación de personal médico temporal, la intervención directa en la administración del hospital o la implementación de otras estrategias que permitan restablecer la prestación de los servicios.
El futuro del Hospital Universitario San José: ¿Es posible una salida?
Mientras tanto, el futuro del Hospital Universitario San José sigue siendo incierto. Las disputas entre la administración y los sindicatos continúan, y no parece haber una solución inmediata en el horizonte. Los pacientes, por su parte, siguen sufriendo las consecuencias de una crisis que, a pesar de ser anunciada desde hace tiempo, ha llegado a un punto crítico.
Es importante que tanto la administración del hospital como los sindicatos y las autoridades locales trabajen juntos para encontrar una solución que permita la normalización de los servicios. No se trata solo de resolver una disputa laboral, sino de garantizar que los ciudadanos de Popayán tengan acceso a una atención médica de calidad.
Al cierre de esta edición se había anunciado un acuerdo que permitiría recuperar la normalidad en la atención. Por el bien de todos en Popayán, la normalización en la prestación del servicio debe ser el primer paso.
