RODRIGO SOLARTE – rodrigosolarte27@gmail.com
Continuemos conjugando la vida. Los mayores seguimos conjugándola y la vamos incluyendo en la memoria familiar y descendencia. Este aporte lingüístico y cultural equivaldría en lo territorial al pensar para el actuar, desde la vereda hasta el planeta que habitamos. Tal es la riqueza imaginaria y simbólica de nuestro idioma, expresado en la multiculturalidad donde habitamos.
Esta plural comunidad, disciplinariamente sigue especializándose con los progresos científicos y tecnológicos gestados cósmica y planetariamente, de generación en generación de la joven especie humana a la que pertenecemos.
Desde la familia se comienza a conjugar la vida que las niñas y niños van incluyendo en el aprendizaje. Ejemplos: el yo de su identidad. El tú del hermanito o hermanita. El vecino (a). Nosotros, con la comunidad cercana. Vosotros, refiriéndose a los menos cercanos. Ellos y ellas, como los demás de la especie.
No soy lingüista. Sigo siendo un viejo aprendiz, invitando a estas cotidianas reflexiones que algo o mucho pueden y deben seguir aportando a nuestra gente, comenzando por las nuevas generaciones que inician el proceso vital, sujeto y objeto de nuestra formación profesional como seres humanos, ciudadanos y pediatras o cuidadores.
Vida, vocación, necesidades y oportunidades, se conjugan diferencialmente en las y los trabajadores formados integralmente para la atención de niñas, niños, adolescentes y jóvenes con sus familias, quienes siguen evolucionando, individual, familiar y colectivamente, con los principios y valores que vayan entendiendo y aceptando, acordes al proyecto de vida ( yo ) y país ( nos ) que colectivamente convenga para su presente y futuro.
El tratarnos bien desde el Yo hasta Nos, también va creciendo y desarrollándose social y culturalmente al irnos relacionando con las y los demás.
Somos hoy, más conscientes de la diversidad existente, tanto en lo biológico como especie humana y otras vidas en los continentes del planeta tierra con agua, aire y otras especies por el alimentadas.
Aterricemos estas disquisiciones emanadas de procesos investigativos para acercarnos al conocimiento de nosotros mismos como SERES HUMANOS CONVIVIENTES CON EL PLANETA TIERRA, y de la historia vivida que continúa escribiéndose.
La conjugación de la vida desde el Yo hasta el Nos, tiene prevalencia de algunos verbos en LA POLITICA como disciplina del conocimiento y actividad humana, diferente a LO POLITICO como expresión integradora de todo sentipensar y hacer de la gente. De allí que lo apolítico sea asumido como una posición política, no solo apatía o interés centrado predominantemente en el YO, pues la política integra lo social o colectivo del todo y sus componentes ( grupos, gremios, asociaciones, movimientos, partidos etc) o el NOS de esta reflexión.
La vida colombiana sigue conjugándose con contradicciones, pluralismo de ideas y religiones, entradas, salidas, liderazgos pasados, presentes y en formación, violencias, resistencias, resiliencias, procesos y esperanzas de alternativas diferentes a las guerras y muertes que han sido un común denominador en nuestra historia.
Mensajes y experiencias, religiosamente espirituales como, EL QUE ESTE LIBRE DE PECADO QUE TIRE LA PRIMERA PIEDRA, recordamos y escuchamos nuevamente; populares y revolucionarias, SOLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO, LA PAZ ES EL CAMINO, SIENDO UN DERECHO Y UN DEBER DE TODO SER HUMANO. U otras tan cotidianas, como el que lo hace, lo paga, tan aplicable a congresistas negando potenciales leyes para corregir tanta injusticia social acumulada contra nuestro pueblo.
Soñadores como somos los caucanos, anhelamos que del YO al NOS, impregnemos nuestros sentimientos y conciencia humana, DEL BUEN TRATO INTEGRAL, suficiente para un MEJOR VIVIR, de todas y todos: caucanos, colombianas, colombianos, latinoamericanos y habitantes en general del generoso planeta que también sigue resistiendo la negación a los maltratos que seguimos dándole.
