El periodismo es más que un oficio; es una vocación que transforma sociedades y desafía el poder. En el Día del Periodista, recordamos a quienes han marcado la historia con su compromiso y valentía.
Por: Alejandro Zúñiga Bolívar.
El periodismo es mucho más que informar lo que pasa. Es la voz de quienes no tienen voz, la lupa que enfoca verdades incómodas y la brújula que orienta a las sociedades. En Colombia, ejercer el periodismo es un acto de valentía. A lo largo de los años, esta profesión ha estado marcada por la censura, la violencia y la estigmatización, pero también por el deseo inquebrantable de narrar la realidad con honestidad y compromiso. En este Día del Periodista, rendimos homenaje a quienes han hecho del periodismo una misión de vida y han contribuido a la construcción de una sociedad más informada y crítica.
Gabriel García Márquez decía que el periodismo es “el mejor oficio del mundo”. Aunque es más recordado por sus novelas, su carrera comenzó en la prensa, y nunca dejó de considerarse periodista. Relatos como Noticia de un secuestro o Relato de un náufrago demuestran cómo, con su pluma, logró capturar la realidad colombiana con precisión. García Márquez nos enseñó que el periodismo no solo cuenta lo que pasa, sino que ayuda a entenderlo y a cuestionarlo. Su legado sigue vivo en cada periodista que busca historias más allá de los titulares.
Emilia Pardo Umaña rompió esquemas en una época en la que el periodismo estaba dominado por hombres. Su valentía y su compromiso con la verdad abrieron camino para muchas mujeres en los medios de comunicación. Su historia es una prueba de que el periodismo no tiene género, pero sí requiere determinación y coraje.
El caso de Guillermo Cano Isaza es emblemático. Como director de El Espectador, decidió enfrentarse al narcotráfico en un momento en el que pocos se atrevían a hacerlo. Su asesinato en 1986 marcó un punto de inflexión en la violencia contra la prensa en Colombia. Sin embargo, su legado persiste en cada periodista que, a pesar del miedo, sigue denunciando. En su honor, la UNESCO creó el Premio Mundial de Libertad de Prensa Guillermo Cano, un recordatorio de que la lucha por la verdad nunca es en vano.
Silvia Corzo, desde la televisión, ha demostrado que el periodismo también es cercanía y sensibilidad. A través de su trabajo, ha logrado que la información sea clara, accesible y útil para la sociedad. En un mundo donde las noticias a veces parecen frías y distantes, ella ha sabido conectar con el público, mostrando que la ética y el profesionalismo pueden ir de la mano con la calidez humana.
Jaime Garzón, con su humor, hizo del periodismo una herramienta para el cambio. A través de personajes como Heriberto de la Calle, mostró las contradicciones del poder y les dio voz a los ciudadanos de a pie. Su asesinato en 1999 fue un golpe para la libertad de expresión en Colombia, pero su legado sigue vivo en cada periodista que usa la sátira y el análisis crítico para cuestionar la realidad.
El compromiso de Yolanda Ruiz con el periodismo ético ha sido un ejemplo para generaciones de periodistas. Con su liderazgo en radio y televisión, ha demostrado que informar es un servicio público esencial. Su trabajo nos recuerda que el periodismo no solo debe ser riguroso, sino también honesto y humano.
Juan Gossaín es, para muchos, la voz de la radio en Colombia. Con un estilo cercano y profundo, ha sabido contar historias que no solo informan, sino que emocionan. Su trayectoria es un recordatorio de que el periodismo bien hecho no solo es una herramienta de denuncia, sino también un espacio de reflexión.
María Elvira Samper ha sido una de las periodistas más influyentes en el análisis político y la investigación. Su capacidad para desentrañar la realidad y explicarla de manera sencilla la ha convertido en una referencia para quienes buscan entender el país más allá de los titulares.
Antonio Caballero fue un maestro de la crítica y la ironía. Con una pluma afilada, supo poner en evidencia las incoherencias del poder y las injusticias sociales. Su legado es una invitación a no conformarse con lo que dicen los poderosos y a seguir cuestionando la realidad.
Una de las periodistas que mejor representa esa búsqueda de la verdad es María Jimena Duzán. Su trabajo ha estado marcado por el coraje de investigar y denunciar la corrupción y el paramilitarismo. En un país donde informar puede costar la vida, ella ha demostrado que el periodismo no es solo un trabajo, sino una responsabilidad con la sociedad. Ha enfrentado amenazas, pero sigue escribiendo con la convicción de que la información es poder y que los ciudadanos tienen derecho a saber la verdad.
El periodismo, más que un oficio, es un compromiso con la sociedad. Cada uno de estos periodistas ha dejado una huella en la historia de Colombia, demostrando que informar es un acto de servicio y, muchas veces, de valentía. En este Día del Periodista, celebramos a quienes, con su trabajo, han dado luz a las sombras, han defendido la verdad y han inspirado a nuevas generaciones a seguir este camino. Porque, en tiempos de incertidumbre, la información veraz sigue siendo la mejor herramienta para construir un futuro mejor.
