Por Eduardo Nates López
Es impactante el aviso de: “SE BUSCA”, con la foto del sujeto Nicolás Maduro al lado de la oferta de ¡25 millones de dólares! como recompensa para quien de información conducente a capturarlo. Se le acusa de: Narcoterrorismo; Conspiración; Tráfico de cocaína; Tráfico de armas y dispositivos; Fomento del comercio de drogas, etc…
Y adentrándose en el tema, el impacto crece a niveles vergonzosos cuando ese ciudadano resulta ser nada menos que el Presidente de Venezuela, la república inexorablemente hermana de Colombia. Y peor aún, a partir del 10 de enero pasado, con esa forma delictuosa, atropelladora y ladrona de robarse el poder, apoyado por una facción abyecta de las fuerzas militares que lo rodean y esa camarilla de aduladores que lo aplaude, inclusive, antes de la estupidez que vaya a decir…
Ahora, mirando hacia un lado diferente a los delitos conexos con el narcotráfico que se le endilgan a Maduro y su banda, encontramos cifras estadísticas que delatan la situación desesperada en que se halla Venezuela. Son aterradoras: La Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), estableció que el 82% de los venezolanos vive en condiciones de pobreza. El Salario Mínimo Mensual es de: 2,54 US$, equivalentes a $10.922.00 pesos colombianos mensuales. (Creí que me había equivocado en la operación matemática y tuve que hacerla varias veces…). Y soportan una ¡inflación del 54% anual! Obviamente, la otrora grande y rica Venezuela es hoy un paisillo paria… (Diría Petro que es por culpa de EU…)
Conforme a un estudio de Naciones Unidas, el éxodo de venezolanos asciende a 7,8 millones de personas hasta 2024. Y con los sucesos aterradores que comenzaron a darse con la fraudulenta toma de poder del sátrapa, la cifra de nuevos migrantes podría ser de 1,4 millones más, para un total de 9,2 millones de venezolanos buscando un sitio en el resto del mundo. (Si consideramos que en el año 2000 había un poco más de 24 millones de habitantes, quiere decir que hoy, cerca del 40% de su población, ha abandonado su patria). ¡Dentro de pocos días, de estos 9,2 millones, tendremos cerca de 3 millones en Colombia! ¡Con todo lo que eso implica!
Con frecuencia “me devano los sesos” tratando de entender cómo hay gente que defiende el “éxito” de la izquierda gobernando… Como dicen las señoras: “parte el alma” ver esa fila intermitente de familias (de 5 o más personas), con coches infantiles, muñecas, juguetes, una precaria maleta con un poquito de ropa pero sobre todo con esa frustración en sus rostros, tratando de encontrar un rinconcito, en este o en cualquier otro país, donde sembrar un poco de esperanza para seguir viviendo. Y no hemos hablado de los miles de muertos causados por las fuerzas del régimen ni de los cerca de 1.700 presos políticos. ¡Ese es el verdadero resultado de esa guache dictadura gobernante! ¡Imposible de ocultar! ¡Eso debe tener un castigo!
Lo que ha cometido Maduro es una larga lista de “crímenes de lesa humanidad” que las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos, notablemente politizadas (hacia la izquierda ¿?) ya deberían estar denunciando, poniendo el grito en el cielo. Pero el sesgo político se los impide… No me imagino “la escandola” que hubieran armado si el problema hubiera sido causado por un régimen contrario a la izquierda…
No me cansaré de cuestionar la absurda posición de Gustavo Petro que “retuitea y corcovea” porque alguien (haciendo eco de muchas personas) invoca, entre otras posibilidades, una intervención de fuerza internacional, acompañada de organizaciones mundiales defensoras de Derechos Humanos… Esa es una complicidad petrista, que parece complacencia con el dictador y su régimen, que en nada representa el sentir del país que preside. Y me atrevo a decir que a muchísimos de los que votaron por él, tampoco.
Aunque la inercia de la política pareciera querer mostrar que la estabilidad de Maduro en el cargo usurpado crece, hay una serie de gobiernos internacionales que no dejarán pasar el “embuchado” y algo harán… Al menos, eso esperamos…
COLETILLA: Gracioso el “berrinche” de Gustavo Petro que, en su cándida y pretendida calidad de “líder mundial,” no fue invitado a la posesión de Donald Trump… ¿Qué creía???
