Por: Sebastián Silva-Iragorri
En esta tercera etapa escribiendo en nuestro querido periódico El Liberal voy a completar 6 años continuos sin fallar en ninguna semana. He escrito desde España, desde México, desde Bogotá y claro desde Popayán sin falta alguna. Siento mucha satisfacción de haber sobrepasado los 300 artículos en estos 6 años. Si a esto le sumamos los artículos de mi primera y segunda etapa en el periódico con escritos por varios años pienso que doblo la cifra actual y presento un récord personal y así le he dicho a mi esposa en varias ocasiones “Que esos escritos son la mayor riqueza y que con ellos algún día será millonaria”, ella sonríe y me estimula a continuar escribiendo. Si a esto le sumo las lecturas, el derecho, la música, la poesía, los deportes, los idiomas, la conversación, la investigación, como fuentes naturales de inspiración y luz espiritual siento que he logrado formar la voluntad y obtener como regalo divino esa sabiduría interior que produce el mayor y más silencioso placer existencial. Una vez caminando en una noche estrellada observé un lucero titilante que parecía que me llamaba la atención, paré y lo miré detenidamente por varios instantes, sentí una plenitud que estalló en una profunda alegría interior que desbordaba mi alma. Regresé a casa sonriendo y durante varios días estuve así hasta que todos sospecharon de esa sonrisa inquietante y quisieron averiguar la causa. Les expliqué y aún me sostengo en ello, que era el producto de una satisfacción interior por estar cumpliendo el deber y tener la conciencia tranquila. Parece fácil, pero para llegar allí hay que haber disciplinado el carácter, formado la personalidad, acumulado experiencias y sobre todo reflexionado sobre cada acontecer de la vida. Amar a la familia, querer, comprender y respetar a los amigos, colaborar con el necesitado y siempre expresar la verdad son factores de formación en el camino hacia la consolidación del ser humano integral. Ahora siento la misión de orientar, de expresar lo que pueda estar ocurriendo, criticar lo que creemos erróneo y direccionar y recomendar acciones para mejorar y transformar. Ese nicho de opinión que se va formando alrededor de nuestras expresiones escritas creo que es una contribución formal y desinteresada, sin costo alguno, solo pensando en lo mejor para la Patria en su real progreso y en la recuperación de sus valores.
Aparecen nuevos ingredientes a las fuentes originales, como la inteligencia artificial y la tecnología que con sus dinámicas parecen obtener el beneficio de la comunidad. Magníficos estos avances, pero nada podrá superar jamás la creación mental y propositiva de la inteligencia humana con la dirección de la luz y sabiduría divinas. Allí está el encuentro entre las diversas fuentes que alimentan el entorno de la vida y forman los caminos para transitarla. Son tan diversos los caminos que uno encuentra que por ejemplo, en la música, una artista y compositora como la americana Billie Eilish en una de sus canciones hace alarde de quienes nacen para juntarse porque comparten una manera de ser casi igual y lo relata en “Birds of a feather” o “pájaros de un mismo plumaje” pero al mismo tiempo otros artistas viven individualmente, casi solos, como el conocido Mac Miller, también americano, que reconoció el uso de drogas y parece haber muerto por una sobredosis tal vez producto, como se dijo en su momento, de sus demonios personales. Estos artistas representan diversas formas de sentir y vivir la vida y transitar por ella con ilusiones perdidas o nacientes, esperanzas fallidas o ilusiones.
Recomiendo vivir con el propósito de progresar, de avanzar diariamente en la educación propia y en la solidaridad, en la compasión y la misericordia. Si recorremos un camino transparente y acudimos a la fuente original vieja y nueva de la inspiración y el amor, todo nos llevará al impulso creativo permanente y la alegría constante. Este debe ser nuestro objetivo en este nuevo año que empieza a despertar.
