Por: Jesús Alberto Aguilar Guerrero.
Digno de recordar a nuestro Premio Nobel de la Literatura en 1982, Gabriel García Márquez (1927 – 2014), quien se destacó como escritor, periodista y editor; destacándose por su realismo mágico, representado en varias novelas tales como: La Hojarasca, que fuera su primera novela (1955) y Cien años de soledad, entre otras, donde se mescla lo real y lo fantástico donde sus historias se hacen a las vivencias en el mítico pueblo ficticio de Macondo; periodísticamente esta novela que fue llevada a la pantalla chica, posiblemente ostenta el título de una de las narraciones más reconocidas en la historia de la literatura de América Latina; Irónicamente, el autor no tenía a esta entre sus obras favoritas (El otoño del patriarca era la que aclamaba como su obra maestra); sin embargo eso no impidió que se convirtiera en una obra reverencia, al grado de que en numerosas ocasiones se tuvo la intención de convertirla en una película, propuesta que fue rechazada, hasta que Netflix, vio la opción de llevarla al exigente publico de la televisión, acaparando grande expectación en muchos países; convirtiéndose donde la historia de como Macondo y los Buendía se materializaron, un gran reto donde supone la tarea de trasladar a un guion televisivo una las historias más queridas y aclamadas de la literatura latinoamericana, pero quizás un poco más desafiante sea la encomienda de hacer que esta historia que habita en la mente de miles de lectores alrededor del mundo, cobre vida en el mundo tangible, recayendo este trabajo en expertas manos como las de Barbara Enríquez, diseñadora de producción de la nueva serie.
Cabe recordar que Netflix, recopila todo lo concerniente a la obra del celebre Gabriel García Márquez, con su obra Cien Años de Soledad, que fue publicada en 1967, que nos adentra en la historia de la familia Buendía a lo largo de varias generaciones en el imaginario pueblo de Macondo, caracterizándose en una historia con una estructura no lineal donde los nombres de los personajes se repiten y su fantásticos marcan el rumbo de la familia y de los habitantes del pueblo borrando así la delgada linea entre la fantasía y la realidad; después de cincuenta y siete años de publicada esta novelesca narración, se presenta ante una nueva generación pero ahora adaptada a un formato televisivo que promete estar a la altura de las expectativas. Con todo esto como contexto, la producción de la serie, se acerco primeramente a Eugenio Caballero quien posteriormente y una vez iniciado el proyecto, cedió la estafeta a la señora Enríquez, para traducir las letras en ambientes reales. Anotamos que: “Durante décadas, nuestro padre se mostro reacio a ceder los derechos cinematográficos de Cien Años de Soledad, porque creía imposible realizarla bajo las limitaciones de tiempo de una película y pensaba que producirla en un idioma que no fuera español no le haría justicia. Pero, en la actual época dorada de las series con nivel de talentosos escritores y directores, la calidad cinematográfica y la gran recepción mundial del contenido en idiomas extranjeros, el momento no podría ser mejor para llevar una adaptación a las audiencias globales, han aseverado los hijos del premio Nobel, cuando se dio a conocer la noticia sobre la realización del proyecto desde 2019”, según fuentes consultadas. De esta manera sus productores se embarcan en la aventura de hacer realidad el que probablemente sea el set más grande que se ha construido en Latinoamérica, de acuerdo a su trabajo por su escenografía, realizando una labor ardua y cuidadosa, con la participación de ingenieros civiles, arquitectos, y escenógrafos que hicieron posible construir el pueblo en el tiempo exacto y mantenerlo en pie durante las grabaciones. Destacamos en esta filmación la participación de Santiago Ruiz López, un hijo de Bolivar Cauca, que con su cámara hace parte de esa gran obra para la pantalla chica, como también su hija Luna, que hace parte del elenco actoral. De esta manera con ingenio, destreza y mucha creatividad, el equipo de expertos resuelven diversos desafíos y llevan esta obra de la ficción al mundo real.
