El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, presentó su renuncia a petición del presidente Gustavo Petro, asegurando que el mandatario conocía todas sus actuaciones en el cargo.
Por: Alejandro Zúñiga Bolívar
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, presentó su renuncia el 4 de diciembre de 2024, tras una solicitud directa del presidente Gustavo Petro. En un video difundido en redes sociales, Bonilla afirmó que el presidente “siempre estuvo enterado de mis acciones y deberes como funcionario público“.
La renuncia de Bonilla se produce en medio de un escándalo de corrupción relacionado con la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), entidad encargada de coordinar la respuesta a emergencias y desastres naturales en el país. Las investigaciones señalan presuntas irregularidades en la adjudicación de contratos por valor de 46.800 millones de pesos para la compra de camiones cisterna destinados a suministrar agua en zonas apartadas de La Guajira.
El exministro ha sido vinculado a estas irregularidades, especialmente después de que su exasesora, María Alejandra Benavides, declarara ante la Fiscalía que Bonilla estaba al tanto de las maniobras para adjudicar contratos a cambio de apoyo de congresistas. Benavides afirmó que “todo, absolutamente todo necesitaba autorización del ministro, todo necesitaba que él supiera“.
En su carta de renuncia, Bonilla manifestó: “Me retiro con la frente en alto, confiado en convencer a mis investigadores de que no compré silencios ni votos de congresistas ni cupos indicativos y mucho menos cometí delitos”. Además, enfatizó que su decisión de dimitir fue acordada previamente con el presidente Petro durante un viaje a San Andrés, indicando que su renuncia “estuvo sobre la mesa, pendiente solo de fecha“.
El presidente Petro, por su parte, expresó en la red social X (anteriormente Twitter) que esperaba la renuncia de Bonilla “no porque lo crea culpable, sino porque lo quieren destrozar por ser leal al programa de gobierno y quieren tumbar inconstitucionalmente al gobierno“. Estas declaraciones sugieren que, aunque el mandatario no considera a Bonilla culpable, reconoce la presión política y mediática que enfrenta su administración.
La oposición y diversos sectores políticos han reaccionado ante la renuncia de Bonilla. El representante a la Cámara Andrés Forero cuestionó la responsabilidad política del presidente Petro en este escándalo, señalando que “Si esto hubiera pasado en un Gobierno anterior, el hoy presidente Gustavo Petro seguramente estuviera lanzando un dedo acusador contra el presidente de turno y estaría exigiendo su renuncia“.
La renuncia de Bonilla marca la segunda salida de un ministro de Hacienda en el gobierno de Petro, que inició en agosto de 2022. En abril de 2023, José Antonio Ocampo fue reemplazado por el mismo Bonilla tras diferencias en la aprobación de una reforma a la salud en el Congreso.
El escándalo de la UNGRD ha salpicado a otros altos funcionarios, incluyendo al exministro del Interior, Luis Fernando Velasco, quien ha sido llamado a testificar en la investigación. La Fiscalía y otras entidades están investigando la presunta desviación de recursos de la UNGRD, lo que ha generado una crisis en la administración actual.
La salida de Bonilla también genera incertidumbre en el ámbito económico, especialmente en un momento en que el país enfrenta desafíos fiscales y se discuten reformas clave en el Congreso. Analistas señalan que su renuncia podría afectar la credibilidad del gobierno en los mercados internacionales y complicar la implementación de políticas económicas.
En reemplazo de Bonilla, el presidente Petro ha designado a Diego Guevara, quien se desempeñaba como viceministro de Hacienda. Guevara, exprofesor universitario, asume el cargo en medio de una situación compleja, con el desafío de recuperar la confianza en la gestión económica del gobierno y enfrentar las investigaciones en curso.
