El Gobierno venezolano anunció la posible privatización de su participación en Monómeros, empresa clave en la producción de fertilizantes en Colombia. Esta decisión ha generado preocupación en el Gobierno colombiano, que teme impactos negativos en la agricultura nacional.
Por: Alejandro Zúñiga Bolívar, El Liberal.
El reciente anuncio del Gobierno de Venezuela sobre la posible privatización de su participación en Monómeros Colombo Venezolanos S.A. ha generado una serie de reacciones y preocupaciones en Colombia. Monómeros, con sede en Barranquilla, es una empresa fundamental en la producción de fertilizantes, abasteciendo a una parte significativa del sector agrícola colombiano. La decisión venezolana ha sido interpretada por el Gobierno colombiano como una amenaza potencial para la estabilidad y el desarrollo de la agricultura nacional.
Monómeros Colombo Venezolanos S.A. es una filial de la Petroquímica de Venezuela (Pequiven) y ha operado en Colombia durante más de cinco décadas. La empresa se dedica a la producción y comercialización de fertilizantes y productos químicos esenciales para el sector agrícola. Su presencia en el mercado colombiano ha sido vital para garantizar el suministro de insumos agrícolas a precios competitivos, contribuyendo al desarrollo y sostenibilidad de la agricultura en el país.
Anuncio de privatización y reacciones en Colombia
El Ministro de Industria y Producción Nacional de Venezuela, Alex Nain Saab Morán, anunció la intención de privatizar la participación estatal en Monómeros. Esta declaración generó una respuesta inmediata por parte del presidente colombiano, Gustavo Petro, quien expresó su oposición a la medida. En una carta dirigida a su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, Petro manifestó: “Me opongo integralmente a una privatización de la empresa Monómeros localizada en Barranquilla“.
Petro argumentó que la privatización de Monómeros podría encarecer los productos agrícolas en ambos países y obligar a los campesinos a depender de insumos extranjeros, afectando la soberanía alimentaria regional. Además, destacó que la empresa ha beneficiado a campesinos colombianos y venezolanos a través de la producción y venta de insumos agrícolas a precios justos.
La posible privatización de Monómeros ha generado preocupación en diversos sectores de la agricultura colombiana. La empresa ha sido un proveedor clave de fertilizantes y otros insumos esenciales para el sector. La privatización podría resultar en cambios en la estructura de precios y en la disponibilidad de estos productos, lo que afectaría la competitividad y sostenibilidad de los agricultores colombianos.
Jorge Enrique Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), expresó su inquietud al respecto: “La privatización de Monómeros podría generar incertidumbre en el suministro de insumos agrícolas, lo que impactaría directamente en la producción y en los costos para los agricultores“.
La situación de Monómeros se enmarca en un contexto más amplio de las relaciones bilaterales entre Colombia y Venezuela. Tras años de tensiones, ambos países han buscado restablecer la cooperación en diversos ámbitos. Sin embargo, decisiones como la anunciada privatización de Monómeros podrían generar nuevos desafíos en la relación bilateral.
