El CNE archiva una investigación y abre otra por violación de topes de campaña, mientras el país se distrae con el discurso de “golpe blando” del presidente. ¿Dónde debería estar el verdadero debate?
Por: Alejandro Zúñiga Bolívar, El Liberal.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) ha tomado dos decisiones importantes en torno a la campaña presidencial de Gustavo Petro, lo que ha generado una gran controversia en el país.
La primera de estas decisiones es el archivo de la investigación sobre el evento en Barranquilla, en el que se organizó una tarima en forma de “P”, una referencia a la campaña presidencial de Petro. Esta investigación señalaba que el evento constituía una violación de las reglas de publicidad electoral, ya que se habría realizado antes de los tiempos establecidos por ley. Sin embargo, el CNE archivó el proceso al considerar que la investigación estaba cerca de caducar. La tarima fue utilizada en un evento de septiembre de 2021, cuando Petro aún no había lanzado formalmente su candidatura presidencial, pero ya había comenzado a hacer campaña.
En paralelo, el CNE decidió abrir una nueva indagación contra la campaña presidencial de Petro por presunta violación de los topes de financiación de campaña. Según el informe del CNE, la campaña habría excedido los topes permitidos en más de 5.300 millones de pesos durante la primera y segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Este proceso se encuentra en fase de recolección de pruebas y testigos para determinar si se cometió alguna infracción.
El verdadero foco de la discusión
Lo que debería ser el centro de esta discusión es si la campaña del actual presidente violó o no los topes de financiación, un tema de enorme relevancia en cualquier democracia. Sin embargo, el foco se ha desviado. En lugar de discutir sobre la gravedad de los posibles excesos de financiación, el debate se ha centrado en la reciente declaración del presidente, quien afirmó que con estas decisiones ha comenzado un “golpe blando” en su contra, al considerar que se le ha violado su fuero presidencial.
Petro argumenta que su fuero presidencial es integral, es decir, que cubre todos los aspectos de su labor como presidente, no solo aquellos de naturaleza penal. Esta postura ha sido defendida por algunos sectores, quienes consideran que el fuero presidencial existe para proteger la estabilidad del cargo y no solo a la persona que lo ocupa. Sin embargo, otros opinan que el fuero debe limitarse exclusivamente a asuntos penales, y que extenderlo a otras áreas sería una forma de impunidad para el mandatario.
El Consejo de Estado, en decisiones anteriores, ha señalado que el CNE sí tiene la facultad para investigar administrativamente al presidente, pero no para destituirlo de su cargo. Esta competencia, según la ley, recae únicamente en el Congreso, a través de la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, donde el presidente Petro mantiene mayorías significativas.
¿Golpe blando o interpretación errada?
La afirmación de Petro de que se le está gestando un “golpe blando” carece de sustento. El CNE no tiene la facultad de remover al presidente de su cargo, y el único órgano competente para ello es el Congreso. Además, los alegatos de que esta investigación constituye un ataque directo a la presidencia son infundados, ya que el CNE simplemente está ejerciendo su rol de vigilancia y control electoral.
El verdadero debate debe centrarse en las presuntas irregularidades en los gastos de campaña. Hasta el momento, la evidencia recopilada por el CNE sugiere que la campaña de Petro podría haber violado los límites de financiación, un tema crucial que merece ser debatido con seriedad en el país. Desafortunadamente, el discurso político ha desviado la atención hacia un supuesto golpe de Estado, dejando de lado el tema central: la transparencia y la legalidad en el proceso electoral.
