sábado, agosto 9, 2025
No menu items!
spot_img
InicioOPINIÓNLenny Z. Pito BonillaNueva conciencia laboral: la salud mental

Nueva conciencia laboral: la salud mental

LENNY Z. PITO BONILLA – @CreaciónpsicologíaXXI

El mundo ha despertado frente al valor de la salud mental en la vida personal, pero también al interior de todos los estamentos de la sociedad, incluyendo el laboral, a nivel público o privado. Los países promulgan leyes al respecto, como lo ha hecho Colombia con su Ley de salud mental 2460 de 2025, que indica acciones enfocadas en: «Prevención, sensibilización, orientación y control de factores de riesgo psicosociales», para «contribuir al bienestar y la salud mental de los trabajadores durante la jornada laboral». Importante accionar porque trabajadores saludables emocionalmente son más productivos y felices, con repercusiones laborales, pero también individuales, familiares y sociales.

En manos del Ministerio de Salud y con responsabilidad directa de la Administradora de Riesgos Laborales, el mandato legal debe convertirse en ejecuciones concretas en el mundo laboral, con un llamado a las gerencias, las direcciones, las jefaturas y los líderes como a cada trabajador. El fin es que todos nos ocupemos del tema sin tabú y con mayor nivel de conciencia.

En medio de la compleja coyuntura mundial, uno de los aspectos positivos y en avance, es que la discusión sobre el bienestar emocional hace presencia trasversal y es teme de conversación. El enfoque holístico de la salud incluyendo la mental, es cada vez de mayor interés tanto para los individuos como para las organizaciones, englobando lo laboral, ya que el bienestar de las personas es parte de la llamada toma de conciencia en la que, por encima de todos los conflictos, buena parte de la humanidad se encuentra inmersa.

Hoy somos más conscientes que el mayor recurso con el que contamos es el humano y que como personas experimentamos condiciones de tensión, estrés, emociones encontradas, pensamientos limitantes, trastornos mentales o condiciones desequilibrantes. Ahora bien, el mundo laboral es para la mayoría el que ocupa gran parte de la vida, por lo tanto, en medio de las miles de horas de trabajo es natural como frecuente, estar expuestos a situaciones complejas frente a múltiples factores como: Las expectativas, el rendimiento, la productividad, los procesos, las exigencias o los resultados, además de las personalidades, las presiones emocionales, los estados de ánimo o las dinámicas en las relaciones.

Experimentamos emociones de baja vibración a nivel de tristeza, miedo, ira, envidia, ansiedad, angustia o incertidumbre, entre otras. Condiciones más severas llamada trastornos mentales, desde la depresión hasta ideas suicidas, pasando por el agotamiento o la desesperanza. Factores que amplifican el de por si estrés cotidiano. Y, además, buscamos el equilibrio, que balancee lo laboral, con las expectativas personales, las exigencias externas, las enfermedades físicas, el coste de vida, la realidad financiera y quizá lo más importante, la vida familiar.

Un panorama complejo, sin embargo, es fundamental que en medio de él nos ocupemos como sociedad de la salud emocional y veamos los desafíos humanos como un asunto interno del campo laboral y, no como algo privado de cada empleado, con ello acatamos como sociedad el llamado de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que promueve la transformación de los entornos de trabajo a favor de la salud mental.

El impacto es en la disminución del ausentismo, el bienestar cotidiano, el rendimiento, la adaptación, la satisfacción, etcétera. Con grandes implicaciones a nivel operativo, financiero y de posicionamiento en los competitivos mercados. Incluso ocuparse de manera generalizada de temas impensados unos años atrás, como el manejo inteligente de las emociones, las relaciones interpersonales funcionales, la autoestima, la empatía, la resiliencia o la felicidad, es de valor supremo.

La salud mental, -mejor abordada en general por la medicina, más cubierta por los seguros de salud, al alcance de un mayor número de personas, con mejor aceptación de la psicoterapia a favor de la sanación de traumas, conflictos o trastornos, sin el sesgo de la «locura», abierta a la participación en actividades holísticas o el coaching-, empieza a tener impacto en el trato dado a cada trabajador, considerado persona y no solo fuerza laboral, motivo para valorar tanto las opiniones de los trabajadores, como el ser escuchados y tenidos en cuenta.

A pesar de lo mucho que aún falta, se avanza en la conversación, en las responsabilidades individuales, organizacionales, estatales e internacionales y en el posicionamiento la salud mental.

Artículo anterior
Artículo siguiente
ARTICULOS RELACIONADOS

NOTICIAS RECIENTES

spot_img