Por: Felipe Solarte Nates
En la mañana del viernes 13 de junio, antes de un fin de semana en el que se presentaron numerosos y fatales accidentes de tránsito, la mayoría por embriaguez de los conductores de autos y motocicletas, en el Hotel Monasterio, se realizó un encuentro de la comunidad de Alcohólicos Anónimos del Área 7 de Popayán, con profesionales no alcohólicos que pueden colaborar en la difusión de su programa que ha mostrado eficacia en la recuperación de adictos al consumo de bebidas embriagantes y otras sustancias que desencadenan comportamientos compulsivos y obsesivos nocivos para la salud física y emocional de las personas.
El evento se realizó con motivo de cumplirse 90 años de fundada la comunidad de AA en Akron, Ohio, Estados Unidos, y 58 años de haber llegado el mensaje a Popayán.
Durante el programa, el psicólogo Oscar Suarez, egresado de la universidad del Valle, con doctorado en la universidad de Salamanca, España, y con más de 30 años de práctica clínica en Cali, manifestó que, después de estar insatisfecho por su impotencia y reiterados fracasos en el tratamiento de consumidores compulsivos y problemáticos de bebidas alcohólicas, otras sustancias y comportamientos similares como el juego, el sexo, la comida, etcétera, al conocer la comunidad de A.A. y su programa del “solo por hoy no consumo”, encontró una alternativa viable para la recuperación física y especialmente emocional y espiritual de quienes acuden a los grupos, después de haber tocado fondo, arruinado su vida personal, familiar, laboral y social y siguen los 12 pasos en el proceso de recuperación, compartiendo sus experiencias y esperanzas en un ambiente de confianza y camaradería, con personas que han experimentado situaciones similares y quieren dar un vuelco positivo a sus caóticas vidas.
Señaló la importancia de los pasos 4º, 5º, 8º y 9º, que nos invitan a escribir y hacer un inventario de nuestras vidas desde la niñez, para encontrar qué traumas y recuerdos, se repiten con frecuencia y “nos hacen llorar o pelear cuando bebemos” para compartirlos con terapeutas, religiosos u otras personas de confianza y buscar el perdón y la reparación de los familiares y personas a quienes hicieron daño cuando estaban enlagunados y el consumo compulsivo de alcohol y otras sustancias alteró emociones y su comportamiento en el medio familiar, social y laboral.
El médico Germán Ardila, del hospital Susana López de Valencia, se manifestó de acuerdo en trabajar con la comunidad de A.A, de Popayán, pues se ha convertido en una verdadera epidemia la gran cantidad de accidentes de tránsito, riñas callejeras y violencia intrafamiliar, especialmente contra las mujeres, que se desborda en fines de semana y los puentes Emiliani, debido al consumo desmedido de bebidas alcohólicas. Sin olvidar, patologías como las ulceras en el sistema digestivo, cirrosis, lagunas y trastornos mentales que produce el alcohol en quienes no son bebedores sociales y carecen de límites para su consumo en sus diversas presentaciones.
Destacó, que, en el programa de salud preventiva, la comunidad de A.A. puede cumplir una gran labor, vinculando, por ejemplo, a las madres comunitarias y personal del ICBF que trabaja con familias donde son frecuentes problemas generados por el alcoholismo y otras adicciones.
En términos similares se expresó el doctor René Zúñiga, que después de 19 años de haber estado como director de Salud Pública Departamental, sólo vino a conocer la comunidad de AA, hace poco, gracias a que un amigo lo invitó a seguir a una reunión y sin ser alcohólico se motivó a leer los libros y folletos que publica la comunidad y guían su programa de recuperación, que le pareció efectivo no sólo para los enfermos por el consumo incontrolado del alcohol y otras sustancias y para aquellas personas afectadas por comportamientos compulsivos e inestabilidad emocional.
La abogada penalista Olga García, destacó, que, sin ser alcohólica, con varios familiares y amigos que han arruinado sus vidas por el alcoholismo y otras adicciones, lleva 20 años colaborando con A.A. llevando el mensaje y ayudando a la conformación de grupos en cárceles de Cali, Jamundí, Medellín y otras ciudades, pues ha sido testiga de la recuperación integral que en sus vidas han experimentado personas que no encontraban salidas a su adicción y se unieron a grupos de A.A.
