Enfrentamientos armados entre disidencias de las FARC y el ELN en zonas rurales de Inzá, Cauca, han dejado a más de mil personas atrapadas en medio del fuego cruzado. Autoridades indígenas han instado a las comunidades a refugiarse en lugares seguros y evitar desplazamientos por las vías afectadas.
Por: Alejandro Zúñiga Bolívar
El municipio de Inzá, ubicado en el oriente del departamento del Cauca, atraviesa una grave crisis humanitaria debido a los intensos combates entre las disidencias de las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Estos enfrentamientos han dejado a más de mil personas, incluyendo comunidades indígenas y campesinas, en medio del conflicto armado, generando temor y restricciones en su movilidad.
Desarrollo de los enfrentamientos
Los combates se han concentrado en el territorio de San Antonio de Pedregal, afectando las veredas de San Miguel, San Rafael y Santa Teresa. Según informes locales, los enfrentamientos iniciaron alrededor de las 9:30 de la mañana del viernes 17 de enero, cuando un comando del ELN incursionó en una zona controlada por el frente Dagoberto Ramos de las FARC, desencadenando un intercambio de disparos que se ha prolongado durante horas.
Impacto en la población civil
La situación ha generado una emergencia humanitaria en la región. Las comunidades indígenas y campesinas se encuentran en estado de confinamiento, ya que el desplazamiento por las vías de la zona representa un alto riesgo debido a los enfrentamientos. Las autoridades indígenas han emitido recomendaciones a los comuneros para que se refugien en sitios seguros y eviten transitar por las áreas afectadas.
En un comunicado, la Asociación de Autoridades del Consejo Territorial de Pueblos Indígenas Juan Tama de Inzá expresó su preocupación por la situación y solicitó la intervención urgente de las autoridades competentes para proteger a la población civil y garantizar su seguridad.
