Por: Sebastián Silva-Iragorri
Ver reunidos a los máximos pontífices de la tecnología en el acto de posesión del nuevo presidente de Estados Unidos nos mostró que en el fondo la unidad de la ciencia aplicada tiene también raíces políticas, pero no muy consistentes, recordemos que en el periodo anterior estuvieron con el presidente de turno, por ello los llamaron “Ideólogos al servicio del poder”, otros los nombraban como “La técnica poderosa” y eso entendiendo la política como el arte de buscar soluciones para el beneficio de todos los habitantes de un territorio con autoridad. Es tanta la inversión y los desarrollos tecnológicos que ya las etapas del trabajo se van clasificando con niveles bien delimitados lo cual ha producido la posibilidad del manejo virtual y presencial equilibrados por tiempos y resultados alternativos definidos. Esto es un avance de grandes proporciones y permite también la recreación y el tiempo para elevar la eficiencia y la efectividad de una actividad. Así como algunos se dedican al deporte, al yoga, a trotar o caminar, una mayoría silenciosa ora para acrecentar la fe y acercarse a la sabiduría.
El abuso en la utilización del internet a través de celulares en eventos sociales produce vergüenza y desazón. En honras fúnebres hemos visto manejo de los móviles con gran destreza y tranquilidad. En una ocasión en un afamado restaurante de Bogotá observé en la mesa siguiente 6 personas, todas con el celular en la mano y sin mirarse unos a otros. En otras ocasiones hemos tenido que soportar visitas imprudentes pues no se desprenden del celular mientras se desarrolla la conversación, es más, van corroborando las afirmaciones del interlocutor y de una vez, las aprueban o las rechazan, formando así un simulacro de diálogo, intenso, aburridor y de mala educación.
Volviendo al tema nacional observamos que la falta de inversión está registrando la baja en las metas de crecimiento económico y la inseguridad no obtiene respuestas contundentes y efectivas. Entre tanto nos distraen con montajes mientras el hijo del presidente logra su libertad dentro de Colombia. Las regiones son sacudidas por bloqueos, retenes, explosiones, paros y disparos para crear la sensación de dominio territorial que se va extendiendo como una grotesca mancha y que puede conducir a ocupaciones rurales casi definitivas. El crecimiento del cultivo de coca y la casi nula erradicación deja como consecuencia la clara demostración que las políticas de la debilidad no producen resultados. Estas situaciones pueden poner en peligro nuestras próximas elecciones. Es urgente la acción inmediata de recuperación del territorio e implantación del orden la ley y la autoridad con acciones reales de restauración y reparación. Es muy serio lo que está pasando y son muchos los padecimientos en el campo, así algunos alcaldes sigan bailando en los conciertos de Shakira. La gobernadora del Tolima, la del Chocó y el gobernador de Córdoba han hablado duro, lo mismo que alcaldes como Federico Gutiérrez, pero nos da la impresión, que la respuesta será una vez más retórica y no ejecutiva.
Hay mucha gente que se ha ido del País, otros han frenado sus inversiones y otros se han dedicado de pleno a la tecnología como desahogo frente a los graves problemas y pensando en su superación a base de paciencia llena de esperanzas contando un último año, bien largo y no más.
El nombramiento del ministro del Interior puede tener graves consecuencias en un momento de incertidumbre. Lo más difícil será en septiembre con el proceso de certificación del país en su lucha contra el narcotráfico en diversos niveles. Una descertificación sería muy grave para Colombia, pero la culpa no es de quien califica sino de quienes producen la baja calidad de cifras propicias a la descertificación.
La computación cuántica resuelve a mayor velocidad problemas de alta complejidad. Si se pudieran colocar los inmensos problemas colombianos allí con el lenguaje de la computación cuántica estoy seguro que después de varios minutos dudosos su respuesta con desahogo sería: Esperen, paciencia.
