Un uso inadecuado de la lavadora, especialmente la sobrecarga del tambor, puede generar daños costosos y reducir la vida útil del electrodoméstico. Expertos advierten sobre señales clave que permiten detectar a tiempo este mal uso y evitar futuras reparaciones.

Redacción El Liberal.
¿Qué está pasando con tu lavadora? En miles de hogares alrededor del mundo, el uso diario de este electrodoméstico ha derivado en una práctica común pero riesgosa: sobrecargar el tambor. Este hábito, aparentemente inofensivo, puede provocar fallos importantes. Técnicos advierten que señales como ruidos extraños, ciclos prolongados y ropa mal lavada podrían ser advertencias claras de que la máquina está siendo mal utilizada.
Síntomas que indican sobrecarga en la lavadora
1. Movimiento anómalo: Si el tambor se sacude con fuerza, emite ruidos inusuales o incluso la lavadora se desplaza durante el lavado, esto puede indicar un exceso de carga. Este movimiento puede afectar el suelo o provocar fallos en conexiones internas.
2. Residuos visibles: La acumulación de detergente en las prendas o un olor desagradable al finalizar el ciclo son señales de que el agua no está circulando correctamente por la ropa debido al poco espacio disponible.
3. Ciclos más largos: Algunos modelos modernos extienden automáticamente el tiempo de lavado si detectan una sobrecarga. Esta función, pensada para compensar el peso extra, afecta negativamente la eficiencia energética del equipo.
4. Mensajes de error: En lavadoras digitales, es común que se generen códigos de advertencia relacionados con desbalance o problemas de drenaje. Consultar el manual del fabricante es vital para interpretarlos.

5. Giro ineficiente del tambor: Cuando el tambor tiene dificultades para moverse, el motor y otras piezas pueden sufrir daños irreversibles con el tiempo.
6. Ropa en mal estado: Las prendas salen excesivamente arrugadas, desgastadas o con nudos. Esto ocurre porque no hay suficiente espacio para el movimiento adecuado dentro del tambor, lo que incrementa la fricción entre ellas.
Un mal uso que cuesta caro
Técnicos y fabricantes insisten en la importancia de respetar la carga máxima recomendada. No solo mejora la limpieza de la ropa, sino que prolonga la vida útil de la lavadora y reduce el consumo eléctrico. Aunque parezca una solución rápida, sobrecargarla puede llevar a costosas reparaciones o a la necesidad de reemplazarla por completo.