Por: Jesús Alberto Aguilar Guerrero.
Después de trascurrido un mes y algunos días, de realizado el homenaje a la reina de la casa como es la madre, se acerca la celebración del día del padre, o en algunas ocasiones llamado el jefe del hogar, aunque en muchas veces las mujeres han asumido este reto, con magníficos resultados; este llamado va más allá de que los papás, deben alinear sus corazones que son capaces de vivir y orientar, este significado en cualquier circunstancia; de esta manera viven lo que desean enseñar, debido a que las acciones hablan más fuerte, que las palabras deseando se vuelvan amorosas y espirituales, por eso se comienza cultivando los frutos del espíritu, enmarcado en el amor, paz, paciencia, fe y dominio propio; transfiriendo valores, más allá de heredar bienes materiales, incidiendo que nuestra mayor responsabilidad es sembrar acciones eternas, modelando el perdón, la gratitud, el servicio y la integridad; logrando un gran impacto que trascenderá en el hogar, animando siempre a sus descendientes a ser luz en su entorno, escuela, iglesia, comunidad; buscando el propósito de transformar realidades; inquiriendo la enseñanza que la vida tendrá con muchas pruebas, con la tenacidad y firmeza de vencer todo obstáculo; no olvidando nunca que como Padre, tienes la autoridad espiritual para bendecir, proteger y afirmar la identidad de tus hijos desde pequeños.
El día del Padre en nuestro país se celebrara el domingo 15 de junio de 2025, fecha en que miles de familias dedicarán tiempo para homenajear a una de las figuras importantes dentro de una familia como es esa efigie paterna; aunque esta celebración, varía en su fecha de acuerdo a las regiones, es una oportunidad para destacar el papel fundamental de los progenitores; pues no es ninguna novedad, porque este rol que data desde la antigüedad, siempre se ha valorado el ejercicio de la paternidad, porque en muchas ocasiones se dice que esa figura masculina era quien aportaba la estabilidad económica dentro de un hogar; aunque no es un día festivo oficial en territorio colombiano, esta conmemoración tiene un profundo significado cultural y emocional, porque destaca el papel de los padres, abuelos, tío y otras figuras paternales en la vida de muchas personas.
Nuestras investigaciones apuntan que esta celebración tiene raíces históricas que se remontan a las civilizaciones antiguas, como la griega y la romana, donde la figura masculina era el noble que sostenía una familia; hecho este que se refleja cultural y religiosamente en cada territorio. En nuestro país, la fecha coincide con la tradición de varios países latinoamericanos y se conmemora el tercer domingo de junio de cada año.
En estos homenajes a la figura paternal, esta elección tiene influencias culturales que se han extendido por América Latina, aunque en otros países la festividad se celebra en momentos distintos del año, teniendo como base una historia que ha evolucionado con el tiempo, pues las actividades de ser padre comenzó a transformarse, dejando de ser visto únicamente como el sostén y figura de autoridad para asumir un papel más cercan e involucrado en la crianza de los hijos; por eso se dice que este cambio en la percepción de la paternidad dio lugar a la creación de una día especial para reconocer y homenajear a los padres por su amor, cuidado y protección; adquiriendo en algunas zonas un significado particular y se conmemora en fechas diversas que responden a razones históricas o simbólicas propias de cada nación, siempre apuntando a esa figura muy respetada y admirada por algunos.
Por tal motivo en esta fecha no solo se honra a los papas dentro del ámbito familiar, sino que también se reconoce la labor de los hombres en la defensa y protección de la nación, lo que refleja una dimensión patriótica y militar en la manera de conmemorar la figura paterna; adquiriendo esta festividad un matiz que combina lo familiar con lo cívico y lo histórico.
El día del Padre tiene un objetivo común y universal: reconocer y valorar la importancia de las figuras paternas en la estructura familiar y en la sociedad en general. Conmemoración que va más allá de un simple gesto simbólico, pues poner de relieve el amor, la dedicación, el apoyo y el trabajo fundamental que los papás desempeñan en la formación y desarrollo de sus hijos y comunidades.