El hundimiento del proyecto de ley de financiamiento
Walter Aldana Q.
El pasado 11 de diciembre la vieja clase política agrupada en los partidos Centro Democrático, la U, Cambio Radical, Liberal, Conservador, con el concurso de algunos congresistas del partido Verde, votó el hundimiento del proyecto de ley de financiamiento en las comisiones económicas de la Cámara y el Senado. El proyecto, de iniciativa del gobierno progresista, pretendía generar nuevos recursos para equilibrar el presupuesto de gastos de 2025 afectado por el pago de los compromisos de deuda externa heredados del gobierno anterior.
En la búsqueda de acuerdos políticos para evitar el fracaso del proyecto el gobierno redujo la pretensión inicial de la aprobación de $12 billones, y retiró la propuesta de gravar con el IVA los juegos de azar y los vehículos híbridos y aumentar la tarifa de las ganancias ocasionales y del impuesto al patrimonio. Pero ello no resultó suficiente, la suerte del proyecto estaba echada.
Según el diario La República, en su página virtual del 11 de diciembre, el proyecto constituía una reforma con el propósito de incrementar los impuestos a las actividades económicas ligadas a la explotación de minerales e hidrocarburos, aumentando las tarifas en la sobretasa de renta que pagan las empresas petroleras y de extracción de hulla (carbón de piedra).
El archivo del proyecto de ley revela el propósito de los partidos de oposición de defender el interés de los sectores económicos más poderosos, aunque en público manifiesten la defensa de los ingresos de los más pobres. El examen riguroso del proyecto muestra que este no pretendía gravar con impuestos a los menos favorecidos, a los pobres, como sí fue la reforma tributaria del ex ministro Carrasquilla que motivó el “estallido social” en 2021. En esta oportunidad la propuesta del gobierno del Cambio apuntaba a gravar a quienes tienen mayor capacidad económica.
La reacción de los dueños del poder que financian las campañas políticas y han influido durante más de 200 años las decisiones de los congresistas no se hizo esperar: esgrimiendo el argumento de “la defensa de la estabilidad económica” y del principio de la “libre competencia”, alinearon los votos de los legisladores de los partidos de oposición en las comisiones económicas para hundir el proyecto de ley sin permitir su discusión.
Tendrá el gobierno nacional que explorar otras fuentes de recaudo, expedir por decreto el presupuesto de 2025 y recortar los gastos de inversión procurando afectar lo menos posible los proyectos, programas y planes que constituyen la base del plan nacional de desarrollo “Colombia potencia mundial de la vida”. La decisión de hundir el proyecto afectará a los pobres y a la clase media, a quienes están orientados principalmente los recursos de inversión social del gobierno del Cambio
Definitivamente los sectores políticos responsables del hundimiento del proyecto de ley persisten en perpetuar la concepción neoliberal aperturista de la vieja clase política en franca controversia y emulación con el torrente desatado por la propuesta progresista de que el país transite por la senda de un modelo humanista de justicia social, ambiental y de paz total.
En los salones del congreso y en las calles de nuestra hermosa nación el progresismo seguirá acompañando la voluntad de cambio liderada hoy por Gustavo Petro para construir un país en el que la dignidad deje de ser un privilegio y se haga costumbre para todas las personas que lo habitamos.
