jueves, junio 19, 2025
No menu items!
spot_img

The Plush Ripper

Gustavo Adolfo Constaín Ruales. X@moldergc

Capítulo II.

El Grimorio perdido. Capítulo Inicial.

Un pastor de cabras descubrió por error, lo que con el tiempo se convertiría en el oráculo más famoso de la historia antigua, no era el único oráculo, ni tampoco el más preciso. El pastor, cierto día que llevo sus cabras a pastar y fueron por agua en una depresión del terreno, una de ellas al saltar por encima de una grieta del terreno, empezó a saltar de forma diferente y hablar en una lengua que se desconocía en esos tiempos. Como prueba hizo lo mismo con otras cabras y las hizo saltar por encima de la falla de la tierra y luego él mismo, lo hizo. Obtuvo dotes proféticos y el rumor se esparció. Cualquier hombre que se acercara a la grieta, oiría la voz y tendría inspiraciones proféticas, muchos en el éxtasis cayeron en la abertura de la tierra o se tiraban en su arrebato.

Para evitar tales desmanes los hombres decretaron que una mujer debería dar la profecía. Así, describe la historia el historiador Diodoro.

Las sacerdotisas se escogían vírgenes y la -Pitia-, invocaba al dios Apolo, después de comer laurel, entraba en trance, desvelando los misterios por venir. Solo el día 7 del mes vaticinaba el oráculo, fecha de nacimiento del dios y en invierno no se invocaba porque Apolo volvía a la tierra de sus antepasados, hiperbórea.

El oráculo se encontraba en las faldas del monte Parnaso. La leyenda cuenta que el dios Apolo venció a un monstruo, llamado Tifón, con sus flechas. La bestia protegía el oráculo de Temis, pero cometió toda clase de barbaridades en la región, el dios luego de vencerlo, coloco un trípode y allí se asentó Pitia. El lugar llego a conocerse como oráculo de Delfos y el destino de Grecia se selló allí con sus vaticinios. Su fama creció con el tiempo y fue visitado por hombres cultos de todo el orbe, se le considero el “omphalostes” u ombligo del mundo.

Un campesino que conoció el oráculo antes que fuera instalada la Pitia, había tenido mala fortuna y profesaba un resentimiento profundo contra la vida y los dioses. Su madre murió de una enfermedad incurable cuando era un niño y su padre lo abandonado. Aprendió el pastoreo de cabras, con la ayuda de la comunidad que lo acogió, lo protegió y lo amo. Las mujeres se burlaban porque tenía una pequeña cojera y los demás pastores con bromas le señalaban que las cabras lo cuidaban era a él. Lo poco que ganaba lo usaba para visitar adivinos o gastarlo en apuestas. Nunca cambiaria a pesar de haber conocido la bondad de los hombres, se volvió resentido y su pecado mortal, la envidia, lo llevaría a cometer toda clase de atrocidades. Era un espíritu oscuro, lleno de odio y amargura.

Escogió ir al oráculo a cierta hora, por recomendación de un adivino, fue a la madrugada de un viernes, 3 de la mañana. Pregunto al oráculo, como podría vengarse de los dioses y de los hombres, por su pobreza, cojera y abandono. El oráculo en ese momento, no poseía una suma sacerdotisa que depurara las preguntas necias de los hombres, contesto:

“Sé el número de las estrellas, la medida de los abismos y la dulzura del olor del libro maldito. Los hombres del norte descifrarán sus designios y el Érebo llenara el mundo, malditos todos iremos al Tártaro. El manuscrito cayó desde el cielo con los traidores y está aquí con nosotros. No es aquí donde lo hallarás, pero otra voz te dirá donde acertar, eres ya maldito”.

El oráculo le indico un lugar en unas cavernas profundas donde la tierra también habla y el pastor fue allí cuando amaneció.

ARTICULOS RELACIONADOS

NOTICIAS RECIENTES

spot_img