Por Juan Manuel Rincón
Cuando se habla de la Región Pacífico se dice que la conforman los departamentos de Cauca, Chocó, Nariño y Valle del Cauca. Sin embargo, esta integración geográfica queda plasmada inerte en el papel y en los mapas, porque en la realidad, los únicos escenarios representativos y referentes de esta región son Cali y el Valle del Cauca.
Dos eventos de talla mundial que exaltan y al mismo tiempo desdibujan actualmente está “integración regional” son el FIAV y la COP16.
El Festival Internacional de Artes Vivas, FIAV, qué se está realizando en Bogotá del 4 al 14 de octubre – en reemplazo del otrora Festival Iberoaméricano de Teatro de Bogotá, FITB que fue fundado por la inolvidable Fanny Mickey y Ramiro Osorio en 1988 – es organizado por la Alcaldía de Bogotá, el Ministerio de las culturas, los artes y los saberes y la Cámara de Comercio de Bogotá.
Tienen como invitada internacional la exótica y maravillosa cultura carioca de Río de Janeiro y como región colombiana invitada la Región Pacifico. Sin embargo, los organizadores, entre ellos el actor Fabio Rubiano, quien ejerce como curador de este festival de las artes seleccionó como participantes agrupaciones de Cali, Buenaventura, Pasto y Tumaco, menospreciando la calidad y el talento de artistas payaneses y caucanos.
A pesar que desde la secretaría de cultura y turismo de Popayán se hicieron todos los esfuerzos y trámites para que Popayán estuviera presente en este Festival y el secretario de cultura de Bogotá extendiera en el mes de julio la invitación para que la capital caucana estuviera presente, la responsable de este evento manifestó que la programación estaba lista desde inicios de 2024 y que posiblemente agrupaciones payanesas podrían participar en la próxima edición del FIAV en el 2026. Una respuesta para dar contentillo y falaz del centralismo cultural de Colombia que desconoce la geografía colombiana y cree que los únicos departamentos del sur de Colombia son Valle y Nariño.
Está misma situación se presentará en la próxima COP16 que se realizará en Cali desde el próximo 17 de octubre. El alcalde de Cali, Alejandro Éder, puso como argumento para que su ciudad fuera seleccionada como sede de esta cumbre, “ visibilizar la Biodiversidad de la Región Pacífico”. Al ser elegida finalmente, la sultana del Valle ha tomado el liderazgo, aislando la participación de los demás departamentos de la “Región Pacífico”.
La única participación que tendrá el Cauca se resume en los pendones colgados en el centro histórico de Popayán promoviendo este evento que se realiza en Cali con recursos de la CRC y la gobernación del Cauca, en la asistencia del gobernador del Cauca y del alcalde de Popayán a las mesas técnicas junto a la vicepresidenta Francia Márquez, los equipos del ministerio del medio ambiente y otras entidades del gobierno nacional y en la participación de algunas organizaciones sociales y emprendedores que estarán en la zona verde, un espacio que se creó para el control de la movilización social a través de actividades académicas, ferias comerciales y otras actividades distractoras, mientras en la zona azul en el Centro de eventos del Pacífico se discutirán los temas y acciones relevantes sobre la Biodiversidad global.
Al Cauca sólo se lo integra en la Región Pacífico para lo negativo, para mencionar que es un departamento históricamente golpeado por las acciones de los grupos armados que luchan sin límites por el control de negocios ilegales como la extorsión y el narcotráfico, que tiene millones de hectáreas de cultivo de coca y que es uno de los principales escenarios del asesinato de líderes sociales y de desplazamiento interno forzosos. Para el gobierno nacional es un comodín en el proceso de la utópica paz total con promesas
Pero para promocionarlo como una gran región con una riqueza natural y de Biodiversidad o un polo de inversión nacional y extranjera en sectores cómo el agroindustrial, de logística, de innovación, el Cauca no existe, porque siempre estará bajo la sombra del desarrollo de Cali y el Valle del Cauca. Incluso los congresistas caucanos prefieren vivir y defender el departamento vecino que su región natal.
En conclusión, ¿seguimos diciendo que somos pazcífico bajo los liderazgos mezquinos de Cali y el Valle? O protegemos a Nuestro Cauca, como un territorio biodiverso, único, visionario, grande y fuerte a pesar de las heridas del conflicto armado que padece, como las aguas del río que llevan su nombre y dejan huella en más de una región, en un país.