Jorge Octavio Guzmán – Gobernador del Cauca
Cada año, cuando la Semana Santa llega a Popayán y a tantos rincones de nuestro Cauca, no solo nos reencontramos con la espiritualidad que ha marcado nuestras tradiciones, sino que vivimos una de las manifestaciones culturales más profundas y conmovedoras de nuestro territorio. Las calles empedradas, los silencios cargados de devoción y las notas solemnes de la música sacra nos recuerdan que somos herederos de un legado que trasciende generaciones.
En el corazón de esta conmemoración se encuentra el Festival de Música Religiosa de Popayán, una joya cultural que ha hecho de nuestra ciudad un referente internacional. Durante más de sesenta años, este festival ha congregado a artistas de talla mundial y ha ofrecido un escenario donde la música trasciende lo sonoro para convertirse en un acto de fe, memoria y resistencia cultural. Este evento no solo enriquece la experiencia de la Semana Santa, sino que también fortalece el alma colectiva de nuestro pueblo.
No es casualidad que la UNESCO haya reconocido a Popayán como Ciudad Creativa de la Gastronomía y haya declarado nuestras procesiones Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Este reconocimiento internacional es un llamado a seguir protegiendo, promoviendo y resignificando nuestras tradiciones, no desde la nostalgia, sino desde la posibilidad de proyectarlas hacia el futuro.
El Cauca es un departamento de inmensa diversidad: somos afrodescendientes, pueblos indígenas, campesinos y mestizos que hemos hecho del arte, la religión, la música y la palabra una forma de resistencia, de encuentro y de paz. Cada municipio, cada vereda, cada barrio, celebra la Semana Mayor a su manera, pero todos compartimos el mismo espíritu de comunidad y respeto por lo sagrado.
La vida cultural del Cauca es también una estrategia de desarrollo, una forma de transformar el dolor en esperanza, de sanar heridas a través de la belleza. En un contexto históricamente marcado por la violencia, reafirmamos que el arte y la cultura son caminos válidos, urgentes y poderosos para la reconciliación y la construcción de una identidad compartida.
Como Gobernador del Cauca, me siento profundamente orgulloso de esta riqueza que somos. Y en esta Semana Santa, invito a propios y visitantes a vivir con respeto y admiración nuestras tradiciones. Que las melodías del Festival de Música Religiosa, los pasos de las procesiones, el trabajo de nuestros artesanos y las manos de nuestras cocineras tradicionales, sean motivo de encuentro y de orgullo colectivo.
Sigamos construyendo un Cauca que se reconoce en su diversidad, que se une en la cultura y que se proyecta al mundo con la fuerza de su pueblo, la fe en el Dios de la vida y la esperanza como el camino para construir un mejor futuro.