Se fue Laura…

Por: Eduardo Nates López

Es un axioma reconocido que el ejercicio del poder desgasta sistemáticamente. Más, cuando se ha sido tan mediático y omnipresente en todos los asuntos que escalan hasta el primer despacho de la nación.

La presencia de Laura Sarabia en el gobierno Petro, no era tan visible y sonora hasta el problema con su niñera, Marelbys Mesa, por la pérdida de una maleta con dinero (que nunca se supo cuánto ni de quien era), que guardaba en su apartamento. El incidente copó varias páginas trágicas de la prensa nacional y se exacerbó cuando en un claro abuso de poder, la hizo someter al “polígrafo de Palacio”. Allí se supo que era cuota del inefable Armando Benedetti, de quien fue secretaria. Luego, este “prócer” la hizo crecer en el escenario, cuando la usó como puente con el Presidente Petro (que no le quería contestar el teléfono) y le hizo llegar con ella, las amenazas de “contar varias cositas” de la campaña… Recordemos los estridentes y vulgares audios que se filtraron… Y, así, poco a poco, fue adquiriendo notoriedad y poder, herramientas que, con la astucia que la muchacha tiene de sobra (y no demuestra…), le sirvió hasta para convertirse en nada menos que ¡Canciller de la República!

Tuvo acceso a los lugares más recónditos de la Casa de Nariño y a los secretos más álgidos que pueden susurrarse en el Palacio Presidencial. Petro, a su vez, supo aprovechar al máximo la tempranera lealtad de la asistente y siempre la “echó por delante”… Con ese olfato “perruno” y atento a los chismes, la tuvo siempre a mano y entre ojos, y, dicen que hace poco comenzó a recomendarle que tuviera cuidado con “la codicia”.

En cuanto al motivo del reventón, todo indica que el asunto de los pasaportes es mucho más jugoso que el simple contrato de la expedición de esos documentos: La firma Thomas Greg and Sons, hace mucho tiempo viene manejando la base de datos de la Registraduría General de la Nación y ha operado en muchos procesos electorales. Para el mismo Petro, con sus dualidades y contradicciones desvergonzadas, esa firma fue confiable cuando él ganó elecciones, (Alcaldía y parlamentarias). Pero ahora que tiene dudas de su futuro y la cruda realidad nacional lo acecha, no quiere tener una firma incorruptible e inmanejable al mando de las elecciones que se avecinan. Prefiere una maleable…

Sarabia, ya en su silla de Canciller se vio acorralada entre la ley y las ordenes incumplibles de su jefe Petro -obligándola a deshacer la relación contractual con la empresa Thomas Greg and Sons-, no tuvo otra salida diferente a renunciar a su cargo. Además, se le había “puesto el dulce a los mordiscos” en ese gabinete, con enemistades tan peligrosas como su examigo Benedetti -Ministro del Interior-; el “nuevo mejor amigo” de Petro, Alfredo Saade (que entró lambiéndole al presidente desde las gradas, pidiendo públicamente que Petro se quede 20 años); otros miembros de ese “Sainete Ministerial” y hasta el propio Presidente, que le ha venido aplicando varios productos de su vergonzosa urbanidad…

Laura tendrá que explicar, entre otras cosas, el presunto  incremento patrimonial propio y de algunos familiares cercanos.  Que Petro, al referirse a la renuncia de Laura, haya dicho “codicia”, no es casual… Debe ser que le llego información sobre los intereses de Sarabia, en las intervenciones de varias EPS, la designación de agentes interventores y los contralores. Y su control de las fiduciarias  públicas.  Laura demostró lo recelosa que es… Al punto de que al marido con que llego al poder, y durante su ejercicio, lo cambio por su abogado defensor; lo dejo endosado y posesionado  en uno de los órganos autónomos de la nación. 

Laura sabe de lo que es capaz y lo que valen sus secretos. Tanto que debe estar bastante asustada pues conoce cómo funcionan las tácticas para “cuidarse la espalda” que usa este gobierno. No nos extrañe nada de lo que pueda sucederle… está muy joven (31 años) y con una encandilante carrera, que a muchos colombianos parece de una “hábil trepadora”…

Salir de la versión móvil