Por Elkin Franz Quintero Cuéllar
Estamos a punto de cerrar una campaña que ha sido mucho más que un proceso político: ha sido un despertar de esperanza, un movimiento de dignidad y una demostración de que el municipio de Inzá quiere y merece un futuro mejor. Hoy celebramos juntos la fuerza, la valentía y el compromiso de un joven que encarna nuestras ilusiones: Reinaldo.
Permítanme comenzar recordando algo que muchos desconocen: el nombre Reinaldo proviene del germánico “Raginwald”, que significa “el que gobierna con consejo” o “el que lidera con sabiduría”. Y no hay una definición más precisa para describir a este joven que, con humildad y determinación, ha caminado cada vereda de nuestro municipio para escuchar a nuestra gente, para compartir sus preocupaciones y para unir corazones que durante años han estado divididos por sectarismos y fanatismos.
En un tiempo en el que muchos jóvenes sueñan con migrar para buscar oportunidades en la ciudad, Reinaldo tomó una decisión que merece nuestro respeto: quedarse. Decidió permanecer aquí, en la tierra que lo vio nacer, para trabajar de la mano con nuestros campesinos, para aprender de nuestros mayores y para construir un futuro mejor junto a cada uno de ustedes. Eligió el camino más difícil, el de quedarse y luchar por su tierra natal, cuando todo le ofrecía un camino más fácil en otro lugar.
Este compromiso no nació por ambición política, sino gracias a la herencia de servicio que recibió de sus padres, quienes fueron ejemplos vivos de entrega desinteresada, de solidaridad y de amor genuino por la comunidad. Desde niño, Reinaldo vio en su hogar que servir a los demás es el camino más noble que un ser humano puede recorrer, y hoy, gracias a esa enseñanza, se ha convertido en un joven con la vocación de unir y transformar.
Inzá necesita un líder que conozca nuestras realidades, que no prometa desde una oficina, sino que escuche caminando junto al otro. Se necesita un líder que entienda el valor de nuestra tierra, el sacrificio de nuestros campesinos, la creatividad de nuestros artistas, el entusiasmo de nuestros jóvenes y la fuerza de nuestras mujeres. Necesitamos un líder que sea la voz de quienes nunca han sido escuchados.
Hoy, el municipio de Inzá tiene en Reinaldo la oportunidad de elegir un liderazgo joven, cercano, honesto y comprometido con cada uno de sus habitantes. Reinaldo no quiere un municipio dividido, quiere uno que vuelva a creer en sí mismo, que recupere la confianza, que deje atrás los sectarismos y abrace la unidad como el camino para el progreso.
Por eso hoy les digo con el corazón en la mano: este domingo no podemos quedarnos en casa. Este domingo, cada uno de nosotros tiene en sus manos la posibilidad de cambiar la historia de nuestro municipio. Cada voto cuenta, cada voto suma, y cada voto puede ser la diferencia entre quedarnos igual o comenzar a construir el municipio que soñamos para nuestras familias y nuestros hijos.
Este domingo tenemos una oportunidad histórica. No basta con querer un cambio: necesitamos salir a hacerlo realidad con el voto. Necesitamos que cada uno de ustedes invite a sus amigos, vecinos y familiares para que, juntos, llenemos las urnas de esperanza. Porque solo con su voto podremos lograr la victoria que Inzá tanto merece.
Este domingo podemos demostrar que creemos en nuestra tierra, que confiamos en nuestros jóvenes y que estamos listos para volver a ser un municipio que figure con orgullo en el centro de la política regional. Con Reinaldo, podemos construir un gobierno donde todos tengamos voz, donde se valore el trabajo, la cultura y la dignidad de nuestra gente. Todos unidos desde la diversidad.
¡Este domingo, salgamos todos a votar con alegría, con determinación y con la certeza de que el cambio es posible!
¡Este domingo, Inzá volverá a soñar, a creer y a unirse!
