RODRIGO SOLARTE – rodrigosolarte27@gmail.com
Una nueva cultura política se abre en la mente de las y los colombianos. La transición de la guerra a la paz la está posibilitando. Los adultos y mayores crecidos en este largo período de violencias que no ha terminado, podemos dejar este legado para que las actuales y nuevas generaciones lo continúen.
Un PACTO HISTORICO está en marcha. Líderes y lideresas de diversas regiones, culturas e ideas progresistas, que comienzan por superar los egos priorizando lo público o colectivo que unifique conciencias diversas, encabezan con corazón y decisión, este largo proceso de gobernanza que aspiramos como pueblo, continúe diferente a los anteriores, cuya historia profunda, consecuencias, abusos de poder y corrupciones, están conociendo las y los jóvenes del campo y la ciudad colombiana y universal.
La resistencia a los cambios que humanicen para el progreso, la vida espiritual y material de hombres y mujeres, estimulan a su vez la creatividad inagotable que en todos los aspectos habita en el SER DE COLOMBANAS Y COLOMBIANOS.
Las historias de vida de todas y todos los candidatos al Congreso como senadores y representantes, la Presidencia de la República, Alcaldes, Gobernadores y demás instancias democráticas de representación, están o deben estar PACTADAS con las Vitales necesidades de todas, todos y la Visión de país con las grandes potencialidades naturales y talentos humanos que poseemos.
Considerando que las grandes crisis son grandes oportunidades para los cambios que se necesiten, las crisis múltiples actuales del Planeta tierra y la Humanidad, incluyendo las guerras que la historia y memorias testimonian, contra la naturaleza y nosotros mismos, ya hacen o deben hacer parte de la cultura universal y multilateralismo incluyendo los BRICS ( Brasil-Rusia-China-SurAfrica) a los cuales ya se incluyó Colombia y otros países de Latinoamérica y El Caribe.
Las comunidades y sociedades no cambian sino cambian las conciencias humanas, deshumanizadas por tan largos procesos de injusticias, violencias y guerra que hemos tenido los colombianos y siguen manteniendo los que a ellas se acostumbraron, y alimentan sus intereses de poder con el narcotráfico, el oro de la minería ilegal, las corrupciones y codicia.
Los PACTOS con la vida, la legalidad, los derechos humanos y de la naturaleza biodiversa, la ética y moral humanizantes, cumplimiento de las Normas constitucionales vigentes y Acuerdos, tienen ya bases históricas y científicas que están pasando del papel retórico a la ejecución por el actual PRIMER GOBIERNO PARA LOS CAMBIOS ESTRUCTURALES que las actuales y nuevas generaciones nos proponemos continuar, participando desde ya en los procesos democrático electorales organizativos y decisivos que están en marcha.
Colombia somos todas y todos de todas las edades e incluso desde el vientre materno donde comienza el pacto por la vida de sus gestores, padres y madres responsables.
Cultural y políticamente reflexionemos para el compromiso necesario sobre la MADRE PATRIA, la PACHA MAMA DEL TERRITORIO, la inagotable energía que nos da el PADRE SOL, las enseñanzas que la historia nos va dejando y el optimismo que los adultos debemos compartir dialécticamente, para las correcciones que consideremos necesarias y las nuevas iniciativas que tendrán las siguientes generaciones, sujetos y objeto de la historia y herencia que aspiren aportar y dejar a su descendencia.
Todo esto y mucho más incluyen los PACTOS CON las familias, la historia pasada, presente y futura que lo y LA POLITICA PROGRESISTA, sustentada desde nuestros ANCESTROS Y EL PROGRESO DE LAS CIENCIAS que la especie humana lidera, para ser aprovechadas para la VIDA Y LA PAZ INTEGRAL, no para LAS VIOLENCIAS, GUERRAS Y MUERTE de la CASA COMUN que habitamos.
