RODRIGO SOLARTE – rodrigosolarte27@gmail.com
Territorios con comunidades se mueven en estos inicios del 2025. Cauca y Huila con el área volcánica de Los Coconucos que incluye al volcán Puracé; Norte de Santander, larga frontera con Venezuela y Catatumbo, como epicentro de desplazamiento y muerte de campesinos por los enfrentamientos armados de anteriores ‘’ defensores y protectores del pueblo´´, hoy dedicados a hacer la guerra a la paz propuesta por el Gobierno de los cambios necesarios, iniciado en el 2022 con Gustavo Petro como presidente y Francia Márquez, vicepresidenta.
Otros columnistas comentarán seguramente lo Norteamericano, el impacto continental, global, la tregua del genocidio de Israel contra los Palestinos, y el Estado de conmoción y emergencia económica en Colombia, que en mayor o menor proporción a todos nos afecta, con el pero emocional y político de una oposición que propicia y aplaude todas las dificultades que tenga este gobierno Progresista y Popular en marcha.
La niñez y juventud con las familias caucanas de campos y poblaciones, continuará siendo la mayor motivación de estas columnas de opinión. Estructural es también la problemática que viven, así como global y local la necesaria información para el análisis, necesariamente político por involucrar lo fundamental que a todo Ser Humano interesa, central, periféricamente, campo, población o ciudad donde habite.
Como proceso académico, cultural, económico, social y político, gestado desde la realidad caucana, porción de comunidades y sociedad, en tan especial territorio, la pluralidad que pregonamos es consecuente con la preciudadanía que acompañamos con todas las virtudes, defectos, conocimientos, dedicación y experiencias que tengamos como adultos.
Los veinticinco años de aprendizajes que llevamos, quienes hemos persistido y permanecido en este proceso, mucho más pluricultural y académico que POLÍTICO, sin negar la simpatía, historia política familiar hasta el presente y futuro anhelado para la niñez y juventud en formación, nos ha dado argumentos para el sentipensar y actuar en consecuencia, sin temor a que otras y otros no estén de acuerdo con los argumentos que para el diálogo racional y humano planteen.
Seguiremos fomentando EL BUEN TRATO INTEGRAL como proceso concebido en transición multicultural y ecológica para la convivencia humana y territorio donde habitemos. Transición y actualización son permanentes ante los cambios que la vida implica.
Los fenómenos vitales, tanto en la naturaleza como en los seres habitantes de este planeta, son susceptibles como la enfermedad, de prevenirse, tratarse precoz o tardíamente con consecuencias diferentes, acorde con los conocimientos que las diferentes ciencias sigan aportando para su aplicación en el mejoramiento de las condiciones de vida. Ciencias que ya tienen al espacio y cosmos como objetos de investigación y poder de quienes más avancen en esas conquistas, replicando experiencias previas con nuevos propósitos.
Las guerras han formado conciencias menos temerosas a la muerte. De allí que el GRAN CAMBIO amante de la vida y la paz, deba trascender causas y consecuencias en las cuales, los buenos tratos para mejorar condiciones de vida sin propiciar violencias, ni muertes, resignifiquen lo que debemos considerar como realmente revolucionario en este siglo XXI y siguientes, esto es, LA VIDA Y LA PAZ de todas y todos los habitantes de esta CASA COMÚN planetaria.
Los retos geológicos actuales, exceptuando fenómenos extremos, nos exigen a los amantes de la vida y los derechos, informarnos y aplicar para la prevención y atención, los conocimientos que las experiencias previas han aportado para conservar la vida o disminuir las consecuencias.
Conocemos ya o imaginamos, los mayores retos políticos que los CAMBIOS ESTRUCTURALES plantean a quienes no están de acuerdo, y quienes SÍ LO ESTAMOS, temas que antes la necesaria continuidad para el PROGRESO DE LAS MAYORÍAS NACIONALES, requiere el mejor y mayor aborde humano posible, incluyendo la organización regional y nacional que todo proceso POLÍTICO requiere.