Por: Javier Orlando Muñoz Bastidas.
Precepto:
Es fundamental intentar, sin descanso, una transformación del sistema integral de la consciencia, para poder acceder a una consciencia superior.
Lo importante es intentarlo, aunque no se lo logre. Pero intentarlo, y sin descanso. Tal vez en eso consista la dignidad de lo humano: en comprender que todo lo que existe puede ser diferente y mejor.
¿Cómo hacerlo? ¿Cómo transformar algo de lo que aún no se sabe qué es, y de lo que tampoco se sabe su proceso de formación y emergencia? Comprender qué es la consciencia, y cuáles son sus posibilidades, es uno de los temas importantes de la filosofía del porvenir. Pero lo anterior no puede ser un impedimento para el intento de una transformación integral de la misma, porque una característica esencial de la consciencia es que sólo comprende aquello que transforma.
No se comprende un objeto ya dado y definido, sino que se comprende el objeto que se construye en la comprensión. No es una crítica de la consciencia pura, sino una creación de la consciencia en la comprensión. Lo que queremos decir es que tomar consciencia de algo implica darle forma y sentido a ese algo. Consciencia es transformación y creación integral.
De hecho, los avances disruptivos en los desarrollos de inteligencia artificial, se están enfocando hacia la posibilidad de una re-construcción digital del proceso evolutivo de la emergencia de la consciencia. Una reconstrucción probable, pero algorítmica, lo que quiere decir que se va a desplegar una simulación superior de lo que hizo posible la consciencia, para, a partir de ahí, diseñar una transformación evolutiva de la consciencia misma. Pero lo complejo está en que esa posible consciencia superior, consistirá en la emergencia disruptiva de una superinteligencia artificial.
¿Esa superinteligencia determinará la línea evolutiva de la consciencia humana, y de toda posibilidad de consciencia? Es decir: si se puede crear una superinteligencia artificial, a partir de esa re-construcción evolutiva, ¿esta puede diseñar, definir y establecer la transformación de todas las consciencias? Es muy posible, pero ¿será una evolución instrumental, que cumpla los parámetros de intereses particulares y privados? Esto no sólo es probable, sino también obvio.
Lo anterior es muy importante, porque la inteligencia artificial está siendo utilizada como una nueva y más eficiente forma de dominación del individuo, en tanto puede condicionarlo pre-reflexivamente en el diseño identitario de sus proyectos existenciales. ¿Cuál es la importancia? Que para condicionar se debe tener un certero conocimiento de lo condicionante. Para decirlo de forma clara: el individuo se puede condicionar y, a partir de ahí, ejercer una dominación, porque se comprende que la consciencia de sí se puede determinar desde un impacto de significación del inconsciente. Es lo más avanzado en los estudios sobre la individualidad.
La inteligencia artificial puede simular una evolución de la consciencia, pero también puede, a partir de ahí, condicionar a la consciencia misma.
Pero no es de esa transformación integral de la consciencia (determinada por la inteligencia artificial) sobre la que queremos reflexionar. Lo que queremos es pensar el intento radical de transformar la consciencia, de modo que haga posible la creación de una nueva individualidad.
¿Cómo puede ser posible pensar en un nuevo individuo? Esto es posible en el intento de transformación total e integral de toda determinación de sentido.
Es la única forma de revolución posible en el mundo contemporáneo: una transformación total y radical. La creación de sí, en una consciencia nueva y superior, es una revolución que se hace desde la afirmación de un desencanto fundamental.
Por supuesto, destruir y transgredir todo el sistema de sentido de consciencia (en el que se incluye al inconsciente o a la consciencia del inconsciente), implica asumir la experiencia del caos y la angustia.
Lo más valioso de los individuos contemporáneos es que puedan comprender y asumir el caos y la angustia que implica el desencanto ante todo lo que existe, porque a partir de ahí se puede iniciar un proceso de creación superior. ¿Es el desencanto una forma de vacío, desde el que es posible la creación de nuevos e infinitos niveles de la consciencia?
Pensar consiste en pensar lo imposible.
Práctica de desencanto:
Por un instante arriesgarse a perder toda certeza, toda seguridad y todo conocimiento. Perderlo todo, empezando por la propia consciencia del Yo. Dejar por un instante que todo sea absurdo y que todo sea posible.
Práctica de dignificación:
No permitir de nada ni de nadie la pretensión de imponer una determinación de sentido. De nada ni de nadie. Ni una opinión, ni una experiencia, ni una idea. La verdad nunca se impone; la verdad fluye.
¡Íncipit!