Inicio OPINIÓN Luna Cano “¡No Rayen las paredes!”: La estigmatización frente a las movilizaciones de mujeres

“¡No Rayen las paredes!”: La estigmatización frente a las movilizaciones de mujeres

Luna Cano, estudiante de Ciencia Política.

El 8 de marzo de 1957 en el marco de la revolución industrial, muchas mujeres decidieron salir a las calles a protestar por la precarización de sus derechos como mujeres trabajadoras, ya que por el hecho de ser mujeres se les pagaba menos, injusto, ¿verdad? A lo largo de la historia de la humanidad las mujeres se han movilizado con rabia digna por la reivindicación de sus derechos como mujeres, madres, hijas, trabajadoras, estudiantes, indígenas, campesinas, afros y de diversidades sexuales.

A menudo, estos mecanismos de presión se han visto como actos violentos, terroristas, vulgares y cualquier calificativo despectivo, sin embargo, es importante que como sociedad se empiece a cuestionar los pesos e impactos que para la vida de las mujeres ha significado encontrarse impedida de acciones tan cotidianas como votar, trabajar, recibir un salario digno, el derecho a la autonomía, a decidir a quien amar, a los espacios seguros, a la paz, a la tierra, a la educación y en especial a la libertad.

Constantemente se ha escuchado la famosa frases “Esas no son las formas” y a lo mejor pudo haber existido formas más pacíficas para obtener estos derechos, no obstante, la historia ha demostrado que con abrazos la historia no ha cambiado. La historia del sufragio femenino da cuenta de ello; cuando las mujeres se organizaron frente a la consigna del derecho al voto empezaron con una campaña llena de piezas gráficas, en donde los afiches fueron su herramienta clave para posicionar su importancia, sin embargo ellas no fueron escuchadas, al contrario sus afiches fueron ridiculizados, a lo cual a ellas les generó inconformidad al no sentirse escuchadas ni mucho menos tenidas en cuenta, al igual que la movilización del 8 de marzo el desenlace de estas protestas terminó en confrontaciones policiales, pintas en las paredes e incluso en incendios. ¿Cuál fue el resultado?, hoy en día las mujeres podemos votar y trabajar.

Es clave comprender que las vías del dialogo son importantes, los debates críticos son fundamentales y la proposición de herramientas para garantizar una vida digna y libre de violencias para las mujeres son cruciales para fomentar los espacios de construcción social, sin embargo, es importante que como sociedad se cuestione sobre cuales deben ser esos espacios efectivos de interés genuino para construir un país en pro de los derechos de las mujeres.

Más allá de las divergencias en las tácticas de movilización, es esencial centrarse en el fin de todo, en la reivindicación de los derechos de las mujeres los cuales no deben caer en la estigmatización sobre la protesta, sobre la defensa de las mujeres, de la rabia digna, la juntanza, la ternura, el calor de una olla, las consignas que se oyen a una sola voz, e incluso en las mismas pintas de las paredes que tanto han molestado a una ciudad tan tradicional como Popayán, al contrario, éstas son un indicador sobre una inconformidad social, estás acciones han sido una herramienta para posicionar muchas situaciones violentas e injustas que las mujeres están afrontando.

Una vez escribieron en la pared: “Es tu pared, pero ella era mi hermana”.

Hoy es el día internacional de la mujer trabajadora, una fecha para realizar acciones ya sean de movilización, del arte, de la iconoclasia, de la danza, de los mercados populares, de la lectura, de la memoria y demás formas de dignificar la lucha histórica de los derechos de las mujeres.

Feliz 8m.

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