sábado, junio 21, 2025
No menu items!
spot_img
InicioOPINIÓNLenny Z. Pito BonillaEducación emocional aliada de la salud mental

Educación emocional aliada de la salud mental

LENNY Z. PITO BONILLA @CreaciónpsicologíaXXI

La educación integral es eje fundamental del desarrollo personal, razón por la que tanto los individuos como el colectivo de las personas le ponemos tanta atención y nos ocupamos de educarnos como de ofrecer la mejor educación posible a nuestros hijos. Sin embargo, en la actualidad es fundamental hacer el mismo énfasis en la educación emocional.

Durante la pandemia entre los años 2020 y 2022 salió a la luz sin más tapujos ni tabús, la importancia de la salud mental; el valor de atender lo que sucede en nuestra alma y ocuparnos de ello con responsabilidad. Al pasar por tal coyuntura, gran parte de la humanidad enfrentó situaciones emocionales fuertes y en muchos casos graves, comprendiendo mejor su vulnerabilidad ante las emociones, los pensamientos y los sentimientos.

En tiempos postpandemia años 2023 a 2025, se ha observado un aumento de los trastornos mentales, aunque aún no es claro sí se debe al deterioro mismo de la salud emocional o al incremento del número de diagnósticos, tratamientos y registros. Hay mayor conciencia sobre el valor de acudir a consulta y atenderse en terapia psicológica e incluso tener un psicoterapeuta de cabecera. Adicional, las estadísticas han incrementado debido a que los médicos ahora preguntan a sus pacientes, sobre las emociones que los afectan y remiten a psiquiatría o psicología.

En este contexto, la Organización Mundial de la Salud OMS ha encendido las alarmas, al prever que para el año 2030, la mayor causa de discapacidad estará asociada a la salud mental. Un llamado internacional, acompañado por el doloroso hecho que cada vez más personas acaban con sus vidas voluntariamente; punta del iceberg de los desafíos en el campo mental de la sociedad planetaria.

El desborde cotidiano de las emociones naturales como: La tristeza, el dolor, la angustia, la ansiedad, la ira, el resentimiento o la culpa, entre otras, sobrepasa la capacidad de gestión frente a tanta presión a la que estamos enfrentados todos, tanto internan como externa. Lo triste es que muchas personas nunca acuden a una consulta psicológica y otras intentan sanar, aunque sin éxito.

A pesar de los avances y los esfuerzos realizados en el campo de la salud mental desde diferentes estamentos, aún son muchos los desafíos presentes que hay que atender: Vacíos en promoción y divulgación entre personas o comunidades. Alto déficit de profesionales idóneos, en todo el mundo se requiere incrementar el número por cada cien mil habitantes. Estandarización de la consulta por lo menos de 45 minutos. Y mejorar las estrategias de intervención.

Existe un grave problema de salud pública internacional a pesar que miles de organizaciones, entidades públicas y privadas, asociaciones, agremiaciones, consejos de psiquiatría y psicología, organismos internacionales, instituciones educativas y estados-nación se ocupan del tema y vienen avanzando con resultados positivos, sin embargo, ¿por qué aún no se logra poner la salud mental en el mismo nivel de atención que la física, se asegura de igual manera y se generaliza la prevención?

Importante entonces concebir la educación emocional como aliada de la salud mental, con especial énfasis precisamente en la prevención, abordándose desde el vientre materno, la primera infancia, el preescolar y la básica primaria, para que los niños aprendan desde el seno del hogar, con refuerzo en la escuela y en medio de la crianza, el juego, las relaciones con iguales o la cotidianidad de la vida, a gestionar situaciones complejas, afrontar la adversidad o gestionar las dificultades mentales, para evitar que se anclen, reapareciendo una y otra vez siendo adultos.

Introducir el desarrollo de la inteligencia emocional al interior de la familia, lo que exige a su vez adultos educados y que hayan sanado heridas del pasado, es fundamental en la gestación de resiliencia; la habilidad que permiten el sano desarrollo, como la adaptación aun en medio de perturbaciones cotidianas o la superación de traumas, conflictos y adversidades. De igual manera la empatía que, bajo la inteligencia social, es la capacidad de identificarse con el otro, compartir sus sentimientos y comprenderlo.

Un abordaje que exige que los niños y los jóvenes tengan acceso a áreas que les permitan desarrollar dones, talentos e intereses, más allá de lo académico, en artes, deportes, investigación o tecnología y, ante todo, en manejo inteligente de sus emociones.

Artículo anterior
Artículo siguiente
ARTICULOS RELACIONADOS

NOTICIAS RECIENTES

spot_img