Por: Harold Mosquera Rivas
El pasado fin de semana tuve ocasión de ver en Cali la película La Salsa Vive, del director Juan Carvajal. Hacía mucho tiempo no se realizaba una película sobre el género, pues las pocas que conocemos no han logrado el éxito en las salas de cine.
De hecho, la historia refiere que uno de los hechos que condujo al declive de la Fania All Star, fue la inversión de parte importante de su patrimonio en una película que fracasó en las salas de cine. Sin embargo, ahora, las salas de cine de Cali, se llenan de público salsero, para ver a las estrellas de la música salsa.
Entre ellos se destacan Rubén Blades, Larry Harlow, Jhony Rodríguez, Jairo Varela, Henry Fiol y los más destacados bailarines de las escuelas de Cali. La película relata los orígenes de la salsa en New York, su llegada a Cali y el proceso a través de cual nuestra ciudad se convirtió en la capital mundial de la salsa.
Está llena de coloridos, de festivales y sonidos. Es imposible resistirse al ritmo que tiene la película. Sin embargo, se nota las dificultades financieras de su realización. Antes de empezar la proyección el director saludó al público y comentó de manera rápida el proceso de 8 años que requirió la película.
Al final de la proyección dialogó con algunos de los asistentes sobre su trabajo y respondió algunos interrogantes. Por ejemplo, explicó que en la película no aparece la orquesta Guayacán, porque le cobraron por participar en ella, mientras los demás participantes, entre ellos el grupo Niche, apoyó el proyecto sin reclamar pago por ello, entendiendo que, se trataba de un trabajo que se convertiría en una forma de publicidad para las orquestas que en ella participaran.
Sin embargo, se echa de menos una referencia a la Salsa de Venezuela, a la de República Dominicana, faltan importantes protagonistas de Cuba y en mi opinión, era necesaria alguna referencia al maestro Tite Curet Alonso, el mas grande compositor del género.
En todo caso, a quien le guste la música salsa va a disfrutar de la película, que corre el riesgo de salir pronto de cartelera si el público no responde a su llamado. La conclusión es clara, esta música y sus protagonistas han ´pasado por diferentes etapas, pero, mientras haya personas bailando, melómanos cultivando el género y escuelas de formación de bailarines, los precursores de la salsa que descansan en paz, se mantendrán vivos en cada fiesta, en cada carnaval, en casa concierto en el que se reproduzcan las piezas maravillosas que integran este género.
Invito a los lectores a ver la película, para tener su propia opinión y disfrutar de este trabajo atípico en el mundo del cine. Vale la pena la inversión y al final se siente un alivio, porque todavía hay quijotes dispuestos a enfrentar los molinos de viento de los nuevos géneros musicales para recordar que la salsa es un alimento para el alma divertir.