Elizabeth Castillo Guzmán
Hasta finales de los años noventa muy pocas mujeres indígenas accedieron a la educación superior colombiana. Con esfuerzo personal y una carga familiar muy grande, algunas de ellas decidieron hacerse profesionales y en algunos casos adelantar posgrados.
Bárbara Muelas Hurtado nació en tiempos difíciles para los pueblos indígenas. Conoció las marcas de la pobreza y explotación del terraje en su crianza. También vio levantarse con la fuerza de la montaña a cientos de hombres y mujeres para empuñar el derecho a la tierra que labraban desde tiempos inmemoriales. Participó en los grandes cambios del fin del siglo XX al punto de ser parte del equipo de lingüistas que tradujo la Constitución Política de Colombia a varias lenguas nativas. Su pasión esencial es el estudio y enseñanza del namuiwam, la lengua materna que aprendió en su hogar.

Por esa época se empeñó en la tarea de formarse como lingüista en la Universidad del Valle en Cali. Es la primera misak egresada de su programa de Maestría en Lingüística y Español. Recuerda que tuvo que enfrentar grandes retos como madre e hija: “muchas veces tenía que llevar a mis hijos a la universidad porque no tenía con quién dejarlos. Durante el tiempo en que escribía mi tesis, mi madre murió”. En esa etapa de su vida tuvieron que inventarse todo, hasta la tecnología para adaptar los grafemas y representar algunos sonidos que no estaban en el español, como la vocal ө.
La tenacidad de Mama Bárbara la condujo por ese camino en el cual se hizo shura, que significa mujer sabia y mayora. Hace poco fue nombrada miembro de la Academia Colombiana de la Lengua. Es la primera mujer indígena en llegar a este escenario.
Durante décadas se ha dedicado a formar líderes y docentes. Su nombre está vinculado a la defensa de la lengua, la cultura y la educación propia.
Su estudio del namuiwam es un aporte para el campo de la etnolingüística colombiana, en especial por la manera como adelantas sus pesquisas con la participación de las comunidades. Considera que existe una especificidad étnica en la lengua misak que se “manifiesta en su concepción y manejo del tiempo y del espacio, y cómo esta se proyecta en el actuar”. El futuro está atrás y el pasado al frente.
Ha escrito cartillas, ponencias y documentos sobre la lengua materna. Sus intervenciones en congresos y eventos académicos son una contribución al conocimiento y revitalización del idioma ancestral donde reposa la sabiduría misak. Es la gran lingüista indígena del suroccidente colombiano. En este momento se ocupa de la creación de un diccionario como herramienta para mejorar el uso y enseñanza de su lengua materna.
Hacia 1980 las autoridades del Cabildo de Guambia plantearon la consigna “recuperar la tierra para recuperarlo todo”. La labor investigativa de Mama Bárbara ha sido un pilar en la materialización de este ideario. Su trabajo intelectual y pedagógico merece todo el reconocimiento como parte de las luchas indígenas en Colombia por su enorme aporte.
Junto a sus autoridades impulsa la Misak Universidad, creada en el 2010 con la finalidad de adelantar una educación superior propia. Como ella misma lo recuerda “fui abriendo el camino para que las demás mujeres pudieran seguir adelante y ser ejemplo”.
Su tesis de maestría acaba de ser publicada por el sello editorial de la Universidad del Cauca bajo el título “Relación tiempo y espacio en el pensamiento misak”. Se trata de una investigación pionera realizada en 1993 y redactada en una vieja máquina de escribir. Las páginas de la obra contienen aportes de muchas personas del resguardo de Guambia, así como unas hermosas ilustraciones de su hijo Gregorio Yalanda. Estos dibujos, como lo señala su autora, ayudan a comprender lo que no es posible expresar en el castellano, y recuerda el “largo camino de la castellanización forzada” que ha padecido su pueblo debido a la visión monolítica de la lengua, la cultura y la nación.
Su sabia palabra misak es un legado inconmensurable.
Inchen tapmay, tap lincha melapelaimpe manaken puraimup lataik kөn. Kualөmmerape
El tiempo nunca pasa para los que aman de verdad y viven unidos. Así es el tiempo