Por: Cayo Betancourt – cayobetancourt@gmail.com – @cayobetancourt
¿Recuerda aquella vez que se sintió apoyado por su jefe, quien trabajó hombro a hombro con usted para concluir una labor? Esta situación se convirtió en una memoria agradable y un sentimiento positivo hacia la persona que la propició, lo cual constituye una huella de carrera positiva, donde las actividades y el contexto laboral crearon las condiciones apropiadas para resolver un problema y generar un proceso de replicación hacia las futuras generaciones de líderes.
Al igual que un contexto positivo, la huella de carrera se genera con acciones negativas hacia las personas, las cuales desafortunadamente crean problemas colaterales como la necesidad de huir, malestar laboral y estrés entre otros. Los proyectos tienen una característica asociada a su naturaleza, su duración es finita. Por lo tanto, el maltrato, situaciones de presión innecesarias y otros elementos negativos que se presentaron durante la ejecución de actividades pudieron justificarse como “necesarias” en su momento para cumplir el objetivo. Desafortunadamente, las acciones negativas dejan huella en las personas y crean situaciones complejas a futuro como la replicación de acciones negativas en otros contextos. Un elemento por considerar frente a estas acciones está enmarcado en la delgada línea gris que divide el comportamiento aceptable de un maltrato, cuando esta línea se mueve, permite incluir acciones que no fueron aceptadas en su momento pero ahora se perciben dentro de un “nuevo normal” que se adopta por parte de las organizaciones, permeando su cultura corporativa e incrementado la toxicidad del entorno. Adoptar estas conductas a través de la ampliación de los límites permitidos crea espacios donde los gerentes constantemente manejan sus empleados en el borde entre el buen y el mal trato.
La comunicación abierta y oportuna dentro de las organizaciones permite atender estos inconvenientes cuando están frescos y a través de actividades constructivas buscar una mejora. Aunque esta situación suena ideal, en la práctica es más compleja y está relacionada con el contexto corporativo y las buenas prácticas en las organizaciones. Un gerente me comentó hace un tiempo que se reunió con ese comité que crearon para vigilar nuestro comportamiento (aludiendo a un comité de convivencia como se denomina en esta región), donde él tenía varios amigos y habían escuchado las preocupaciones del empleado agredido. Su comentario al finalizar la conversación fue impactante “no puedo trabajar con alguien en el que no puedo confiar” le sugerí que el comité está planteado para solucionar problemas entre los empleados y no para señalar culpables, porque su posición indicó que buscaría una oportunidad para remover ese miembro de su equipo.
Es fundamental recordar que la labor de un líder es velar por el bienestar de los miembros de su equipo y generar el mejor entorno de trabajo para que puedan desarrollar sus habilidades y crecer profesionalmente. Finalmente, ¿Qué significa ser un líder? Una persona que impulsa a otros y allana el camino para las carreras de los futuros líderes.




