Por: Harold Mosquera Rivas
Diego Marín Buitrago, conocido como Papá Pitufo, ha sido en las últimas décadas en Colombia, el zar del contrabando, encargado de ingresar al país miles de contenedores llenos de cualquier cosa que sus clientes quisieran, evadiendo los controles de aduana y de policía. Para garantizar sus actividades el zar entendió que se requería tener vínculos con el poder político y decidió de manera generosa invertir en las campañas de aquellos candidatos con posibilidades de éxito en las elecciones.
Se afirma que, en las últimas contiendas presidenciales le apostó a todos los ganadores, incluyendo el presidente Petro. Ofreció 3000 millones de pesos, pero apenas alcanzó a entregar 500, pues el candidato al enterarse del ingreso de los dineros, ordenó la devolución con la filmación de un vídeo en el que se pudiera verificar la entrega del dinero al zar.
Aparentemente el dinero se reintegró, sin embargo, no hay vídeo de la devolución, lo que hace presumir que, si no existe vídeo de la entrega, el presidente va a tener que responder, por su falta de cuidado, al no exigir la presentación del vídeo, o por aquellos que, siendo de su entera confianza, se quedaron con todo o parte del dinero recibido.
Es posible que Papá Pitufo sea extraditado, lo que es poco probable es que prenda el ventilador, pues son tantos los beneficiarios de sus aportes, que es casi seguro que harán lo necesario para evitar que sea condenado a una larga pena, a cambio de guardar silencio, que en tratándose de organizaciones criminales, es la forma más segura de presentar la vida de todos los familiares y la propia.
Recordemos el caso de Omar Ambuila, empleado de la aduana de Buenaventura, quien fuera descubierto por los exagerados lujos de su hija en los Estados Unidos, que incluían un Lamborghini rojo personalizado y una foto con Floyd Mayweather, multimillonario campeón de boxeo. Ambuila fue capturado, procesado y extraditado a los Estados Unidos y hasta hoy no ha dicho una sola palabra en perjuicio de quienes fueron sus socios en el negocio del contrabando.
Esto le ha garantizado la pérdida de su libertad, pero también la vida de los suyos. Es posible que, en caso de que Marín sea extraditado, los políticos beneficiarios de sus aportes nieguen cualquier vínculo con él, como hiciera Pedro con Cristo, pues en estos casos la mejor defensa es a negación de los hechos, para que la fiscalía tenga la carga de probar que ocurrieron, bajo el amparo del principio de la presunción de inocencia.
Ya Benedetti está diciendo que jamás lo ha visto, que no lo conoce y que si aparece alguna foto o video que lo incrimine, será producto de la inteligencia artificial que todo o puede. Mientras tanto, por cuenta de su presencia en el gobierno y de este nuevo escándalo, ya están renunciando altos dignatarios del gobierno que han declarado la incompatibilidad de la presencia de Benedetti con ellos en el Consejo de ministros. Seguro que vendrán peores días para el gobierno del cambio.