Wálter Aldana Q.
Acá recordamos al padre de Iván Cepeda Castro, candidato presidencial por el Pacto Histórico: el entonces Senador Manuel Cepeda Vargas, nacido en Armenia el 13 de abril de 1930 y lamentablemente asesinado en Bogotá el 9 de agosto de 1994 por agentes del Estado en contubernio con los paramilitares.
Iván, heredero de una familia de poetisas sus tías Ruth y Gloria, del Popayán de mediados del siglo pasado, un perfecto marco para la inspiración de versos, suaves como la neblina y la lluvia, y de gran compromiso social.
Iván Cepeda, un filósofo de tranquilo actuar, reflexivo, propositivo y coherente; así lo demostró en su postura contra los bombardeos del ejército en Guaviare y su rechazo a la acción de las disidencias y su política de reclutamiento de niños, niñas y adolescentes. Además, ha mostrado ser estratégico como el lema que acuñó como bandera central de su discurso en Cali: “Servir al pueblo con la austeridad republicana”.
Sus abuelos paternos anclan un pie del candidato Iván Cepeda en nuestro territorio. Ellos son Manuel Cepeda Amézquita, funcionario judicial del Tribunal Superior de Popayán, y Mina Vargas, oriunda de Guapi Cauca.
¿Qué esperar de un nuevo gobierno del progresismo para nuestro territorio? Creo que lo más sensato es que el candidato Iván Cepeda revise las apuestas inscritas en el plan de desarrollo nacional para el departamento del Cauca, evalúe los avances en la ejecución de algunas políticas, proyectos y planes iniciados y prevea la definición de fuentes concretas y seguras de recursos económicos para concretarlas.
Y los vientos del Sur volverán a soplar, ahora con la fuerza del volcán Puracé hacia Bogotá, para que en la cuenta final en la Registraduría el progresismo tenga, como dice Iván, “un digno sucesor del hoy digno presidente Gustavo Petro Urrego”.
