FERNANDO SANTACRUZ CAICEDO
En mi artículo “Significación de las Organizaciones Populares” (15/06/2021), señalé, a propósito del “Paro Nacional”, iniciado el 28/04/2021 contra el gobierno Duque, que: i- sin una sólida organización de masas populares –OP-, con metas concretas, dirección política unificada y dispositivos de fuerza material, el Pueblo tenía vedado su ascenso al poder del Estado; ii- las OP son sujetos sociales que fortalecen los tejidos comunitarios, afirman las identidades culturales y crean subjetividades y prácticas políticas democráticas, que acrecen la capacidad negociadora con los gobiernos; iii- la acción popular asume diversas expresiones orgánicas – demandas/proyectos concretos, resistencia comunitaria, protestas/movilizaciones, etc.-; y, iv- el carácter formal de las OP es social, pero definen su personalidad desde opciones políticas que les enseña el significado estructural de sus demandas y la necesidad de arrogarse el papel histórico que les corresponde para resolverlas.
¡Lo antedicho es una constante válida en cualquier tiempo y cualesquier gobiernos!
Quien niegue la magnitud de las movilizaciones realizadas el 1/05/2025, convocadas por el gobierno y las OP del país, ignora deliberadamente nuestra realidad y el poder formidable de ellas; el carácter político de apoyo al gobierno Petro, por encima de la conmemoración del “día del trabajo”; la medición anticipada de fuerzas políticas, en los próximos comicios electorales; las perspectivas favorables/adversas a la “Consulta Popular”, etc. Mencionaré algunos factores relativos a la Cuestión Organizativa, determinantes del éxito/fracaso de la consulta:
a) antecedente inmediato: el plebiscito de 2/10/2016, por el Sí a los Acuerdos de Paz, pactados entre el gobierno Santos/Farc-ep. Fracasó por la falta de organización popular/consciencia política ciudadana y la campaña de “falsedades” divulgada por sus enemigos en los mass-media. b) pluralidad de las fuerzas políticas que integran el “Pacto Histórico”: dificulta consolidar la “Unidad Nacional” alrededor de intereses comunes/dispositivos para lograrla; débil representación de sectores étnico-rurales, que propicia la fractura del movimiento cívico; es indispensable concertar los objetivos estratégicos del movimiento, tareas a realizar, organización, dirección, representatividad equilibrada. c) concurrencia/metas: las marchas tienen un carácter predominantemente espontáneo, desorganizado, políticamente emotivo, relacionado con el objetivo inmediato: voto pro-consulta. Es indispensable construir una visión más reflexiva, políticamente consecuente, referida a metas de largo alcance, a las transformaciones económico/sociales y político-jurídicas de fondo que exige nuestra sociedad. d) naturaleza política: la “consulta” es, obviamente, política, pues reivindica, a corto plazo, aspiraciones laborales negadas sistemáticamente por el Congreso; y, a mediano término, la continuidad y/o desvanecimiento del gobierno “progresista”. ¡TODA PROTESTA/CONSULTA POPULAR, CONTIENE LA SIMIENTE DE TRANSFORMACIONES POLÍTICAS! e)
inclusión: las fuerzas sociopolíticas activas son heterogéneas y algunas carecen o tienen precaria representación. Es imperativo superar tal escollo. f) temporalidad: lo ideal es la permanencia de las OP, por cuanto afianzan la solidez/logros del gobierno e impulsan otros cambios ineludibles.
El sol del espectáculo fue el discurso de Petro. ¡Un bodrio! Apropiado para una concurrencia ignara –cúpula ministerial incluida-, ávida por escuchar “historia patria” novelada, aderezada con realismo mágico mal entendido y peor interpretado; “madrazos”, denuestos y exhibición de estandartes de “guerra a muerte” sepultados por el olvido, etcétera. El culmen del circo fue la bendición presidencial impartida a la audiencia con la “espada de Bolívar”, previa colocación de guantes quirúrgicos –
¿estaría infecta la “garrancha”? -. ¡El Libertador utilizó el acero para defender sus ideales, Petro para imponerlos! Personalmente, comparto la decisión de luchar resueltamente por los derechos de los trabajadores y la consulta popular,
¡descartado el torrente de cháchara jactanciosa!
La “victoria” de la consulta, del gobierno petrista, de su estabilidad, continuidad, dependen de la fortaleza de las Organizaciones Populares, de su capacidad organizativa y electoral para movilizar al Pueblo a las urnas, del apoyo real que el movimiento democrático le ofrezca al mandatario. ¡El que hoy existe es inconsistente, endeble, insuficiente para lograr el rango de votos requerido! Sin un partido político integrado, dirigido por hombres/mujeres en condiciones pariguales, que aglutine férreamente a las diferentes fuerzas en un frente democrático-popular, en torno a un programa de gobierno flexible/realizable, ¡NADA DURABLE TENDRÁ EL PUEBLO! Ello exige reconsiderar la dirección política del Pacto Histórico; evitar las divisiones, engendradas por “egos” inadmisibles; cohesionar las Organizaciones Populares, reconociéndoles su idiosincrasia, valores, ideas críticas acerca del Estado, el gobierno, las instituciones, las políticas públicas, etc.
Los “poderes constituidos”, producen náuseas. Ninguno representa cabalmente los intereses mayoritarios. ¡Todos pretenden eternizarse!, para conservar sus prebendas. El “Constituyente Primario” –el Pueblo- sabe que NO hay gobernante, ni magistrado, ni congresista, ni autoridad insustituible. Por tal razón, debe organizarse sólidamente para materializar sus anhelos. Y, una de las formas para lograrlo es fortaleciendo sus Organizaciones Populares, cimiento esencial para exigir/marchar monolíticamente, reivindicar sus aspiraciones y convertirlas en realidades palpables.
