FERNANDO SANTACRUZ CAICEDO
Una característica del neoliberalismo es su capacidad mutante, flexible, duradera. Se impuso como tendencia económica/sociopolítica dominante hace 4 décadas y, por su plasticidad, ha sobrevivido a crisis/gobiernos. Su vocación es alentar sistemas prevalecientemente mercantiles. Para ello, asume distintas formas políticas y acoge propuestas que mantengan su proyecto económico. Su método conjuga programas económicos anarcoliberales y autoritarismo social. Se ajusta a regímenes “democráticos”, “reformistas”, “conservadores”, “totalitarios”, “imperialistas”, etc.
Trump sustituyó 80 años de cooperación estratégica por la competencia brutal – “save América”-, virando radicalmente la política exterior de Washington. Difama contra sus principales proveedores –Canadá, México, China- y victimiza a USA, ocultando las colosales utilidades que obtiene de las otras economías. Impuso aranceles arbitrarios con argumentos desconcertantes, que dependen de la excitación momentánea del orate. Las tarifas son dispositivos técnicos “precisos” aplicados para incrementar las rentas fiscales, presionar terceros o amparar determinado sector económico; ello exige políticas responsables. En su temeridad trastocó erróneamente dichos objetivos, sin medir los efectos perniciosos: reducción de operaciones comerciales transnacionales, caída de bolsas de valores/bonos del tesoro, aumento de inflación/tasas de interés, contracción de inversión/recesión económica global, incertidumbre planetaria, etc. ¡EL PANORAMA ECONÓMICO MUNDIAL ES SOMBRÍO! Trump es instrumento del “tecnoimperialismo” – supremacía de gigantescos conglomerados tecnológicos yanquis que, remontando su poderío económico, se transformaron en enclaves geopolíticos que manipulan plataformas digitales, debilitan la “democracia”, exponen la seguridad de otros gobiernos, acceden sin autorización a sus bancos de datos, coaccionan políticamente, imponen/administran la información, forjan/controlan la opinión pública e inciden sobre los asuntos políticoculturales de un país/región-.
Petro juzgó equivocadamente que el proteccionismo/aranceles rinden beneficios a la economía que los aplica. También erró cuando sostuvo que complacido promovería una abolición del TLC con EE.UU., nuestro principal comprador de materias primas/commodities. La interdependencia económica afecta a Colombia.
¡No existen países autárquicos! Los socios comerciales de Norteamérica perdieron la confianza en el “gran hermano”, quien persevera en retener su hegemonía. Lo ideal es liberarnos del yugo comercial que impide nuestro desarrollo industrial/tecnológico, local/regional, propender por la integración activa y la soberanía tecnocientífica latinoamericana. Confrontar hoy al alucinado Trump conllevaría a que nos triplicara o centuplicara el arancel del 10%, pese a que
nuestros productos de exportación –oro, flores, café- son difícilmente sustituibles. Diversificar nuestra producción, buscar/consolidar nuevos mercados –asunto de mediano plazo-, establecer industrias de alta tecnología, montar economías de escala, es prioritario. Descartar las discrepancias ideopolíticas, materializar eficazmente la integración comercial regional/continental, crear empresas tecnológicas de punta, favorecería el surgimiento de los mercados indispensables para salir avantes de la encrucijada trumpista.
Según FORBES (20/03/2025), la “TRUMPCESIÓN” (20/01-19/03/2025) causó el
derrumbamiento de los índices S&P500 (7.9%) y NASDAQ (alta tecnología, 11.8%), con pérdidas acumuladas de US$415 mil millones. Detrimento económico de “las 7 grandes” (Tesla, Nvidia, Alphabet, Amazon, Meta, Apple y Microsoft), totalizado en US$1.5 billones. Caída de ventas de Telsa (20%), disminución del precio por acción (43%). Reacción de China/México/Canadá/UE, contra imposiciones arancelarias.
Conforme a CNN (4/04/2025), la guerra comercial eliminó US$2.5 billones del índice S&P500, la mayor pérdida de Wall Street en los últimos 5 años. Trump manifestó que se trata de una “estrategia de negociación”, repudiada por sus asociados mercantiles, porque incrementa precio de bienes/inflación.
El Universal (11/04/2025), informó que el zafio Trump se burla de quienes solicitan negociar aranceles; vocifera que “me están besando el culo”; que los “acuerdos son personalizados” y que EE.UU. “ya está recibiendo US$2.000 millones diarios”.
Reuters-Londres (15/04/2025), señala que el 53% de los inversionistas mundiales venden las acciones de EE.UU., incluidos dólar/bonos del tesoro, porque temen una “recesión global”; que el 49% optan por el “oro largo”, movimiento que desplazó las preferencias por los “gigantes tecnológicos”; y, que la divisa estadounidense se depreció frente al euro, el yen y el franco suizo. Su analista Scott Kanowsky, reitera que los operadores se alejan de activos considerados “seguros”, trasladándose hacia el efectivo; los Fondos de Cobertura, liquidan “bonos gubernamentales”; el precio general de las acciones cayó 20%; Trump amenaza con la “permanencia” de las medidas.
El presidente de la FED (16/04/2025), resaltó que la política externa activada desde Washington aumentó la inflación/desempleo. BBC-News Mundo (21/04/2025), notició que Trump “quiere negociar con China”. DW-Noticias (22/04/2025), reportó que las ganancias netas del Telsa descendieron 71%, entre el 20/03 y el 20/04 de 2025. Una vocera de la White House (22/04/2025), comunicó que Washington está dispuesto a rebajar aranceles a los países que “suspendan” operaciones comerciales con China, ¡VERDADERO QUID DEL ASUNTO!
Trump declaró, pomposamente, el 2/04/2025 “día de la liberación”. ¿Liberación de qué? Será de la ¡intimidación arancelaria imperialista! El tiro le salió por la culata. El malestar contra sus medidas escaló inmediatamente. Sus secuelas afectan la economía mundial, particularmente el alza de precios/inflación/desempleo en USA.
Se consolidan los nuevos bloques económicopolíticos planetarios y se reajustan los existentes. ¡La desconfianza en el “BIG BROTHER”! crece, porque “business are business” y, en materia de negocios, no hay amigos sino aliados ocasionales. El ocaso del imperialismo norteamericano es ostensible –pretende conservar su intervencionismo global; control económico/tecnológico; saqueo de recursos naturales y propagación de modelos económico/culturales, dañosos para las autonomías nacionales-. La elección presidencial del convicto Trump, avalada por la sobornada Corte Suprema, confirma la degeneración moral de sus autoridades. China superó, hace dos décadas, económica/tecnológicamente a EE.UU. y NO se arredra ante sus disposiciones aduaneras ni amenazas militares. La comunidad internacional fue ganada por el escepticismo/cautela, merced a las fallidas políticas comerciales gringas. El apoyo genocida a Israel/Rusia, prueban el declive yankee. Los chantajes financieros a la OTAN, provocan el rearme europeo. Las derrotas en Vietnam, Afganistán e Irak, reflejan la decadencia militar “americana”. En 2026, los resultados en las urnas evidenciarán la frustración de sus electores. ¡Los pueblos del mundo entonarán, más temprano que tarde, el réquiem por la “democracia” norteamericana!