Por: Harold Mosquera Rivas
El 24 de diciembre de 2024 nos recibió con la triste noticia del fallecimiento del doctor Fausto Collazos, funcionario de la regional Cauca del Ministerio del Trabajo, que se caracterizó durante su desempeño del cargo por su humanidad, su capacidad y su disposición para conciliar diferencias.
Fue el precursor del diálogo social en el Departamento del Cauca, llevando a empleadores y trabajadores a cambiar sus históricas querellas administrativas laborales, por reuniones amables y respetuosas en las que se imponía la razón sobre la intransigencia. Donde las propuestas de solución terminaban venciendo cualquier tipo de soberbias. Su tono siempre sereno, amable y mesurado sirvió de analgésico frente a las posturas radicales que de manera dolorosa pretendían eternizar los conflictos colectivos de trabajo.
Gracias a sus buenos oficios, en algún momento de la historia, cuando todos creíamos que la Empresa Municipal de Telecomunicaciones de Popayán – Emtel sería liquidada, se consiguió un acuerdo de la gerencia de la empresa, la Dian, la administración municipal y el sindicato Sintraemtel, que permitió salvar la empresa, de forma tal que aún hoy, continúa generando empleo.
Así mismo, los ex trabajadores de Caucatel, que contaban varios meses sin recibir el pago de su salario, por convocatoria del doctor Fausto, tuvieron en la regional del trabajo en Popayán al representante legal de la empresa, comprometiéndose a normalizar el pago de sus acreencias laborales, lamentablemente la empresa incumplió los acuerdos y terminó en la liquidación.
También merece mención su gestión oportuna para salvar el trabajo a un colectivo de celadores de la Universidad del Cauca, que se atrevieron a constituir un sindicato y como consecuencia de ello fueron perseguidos hasta el despido. Después de ello, el doctor Fausto convocó a las partes al diálogo social y aquellos trabajadores desahuciados volvieron a sus puestos de trabajo sin que para ello tuvieran que renunciar a la organización sindical.
Así mismo, fueron oportunas sus intervenciones para resolver diferentes situaciones problemáticas derivadas de los contratos sindicales en el sector de la salud, tanto en el Hospital Universitario San José, como en las empresas sociales del estado del orden departamental, a las que, después de múltiples reuniones, fue posible liberar del pago de unas estampillas que llegaron a menoscabar el precario ingreso de los trabajadores vinculados por esta modalidad de intermediación laboral.
Estos fueron solo algunos de los casos que, de manera eficiente se pudieron resolver en los años de labor del doctor Fausto en el Ministerio del Trabajo, pero así mismo, lo encontramos presente y activo, aportando para la solución de otras causas sociales regionales, siempre respetuoso y amable, propositivo, fraternal e incansable.
Su encuentro fortuito en cualquier espacio de Popayán era motivo de sonrisas, abrazos afectuosos y alegría. Su figura representó siempre el modelo de ser humano hacedor de paz. A toda su familia, a los funcionarios del Ministerio del Trabajo y a las organizaciones de trabajadores y empleadores del Cauca, les extiendo mis condolencias en este momento de tristeza y dolor. Que el legado de Fausto nos sirva de semilla para seguir trabajando por una patria mejor.
Paz en su tumba.