Por Eduardo Nates López
En noviembre de este año, EMPAQUES DEL CAUCA S. A. cumple 60 años de fundada esta conocida, tradicional, emblemática y muy querida factoría que se dedica a fabricar y comercializar sacos de fique para el transporte y almacenamiento de café, cacao, arroz y otros productos. Dicho sea de paso, no son pocos los productos alimenticios y de consumo humano cuya manipulación es muchísimo más recomendable en sacos naturales como estos, que en empaques de fibras artificiales (plásticos), justamente en aras de preservar sus condiciones naturales, frente a los cambios de temperatura y otros fenómenos.
Empaques del Cauca S.A. fue creada por: El Instituto de Fomento Industrial, Inversiones Bavaria S.A, y algunos accionistas particulares de Popayán, el 20 de noviembre de 1965 (en esa época aún éramos visionarios…) y comenzó su etapa de producción, con maquinaria proveniente de Irlanda del Norte en 1967. Años más tarde, al ver su importante crecimiento, se adhirieron nuevos accionistas a la Empresa.
En su ya larga historia, Empaques del Cauca S.A., ha sido pilar fundamental en el fortalecimiento de la cadena del fique, planta productora de una fibra natural que no requiere unas condiciones de fertilidad y acidez muy exigentes. Precisamente por ello ha tenido un desarrollo notorio en tierras de ladera y de montaña y ha sido cultivada por familias de condiciones económicas elementales y bajas como las de este departamento. Según cifras aportadas por la empresa, acá puede haber alrededor de ¡once mil familias! Sí, 11.000 familias en el Cauca… y aproximadamente 70.000 familias en todo Colombia.
El fique es una fibra biodegradable que juega entonces un papel fundamental en la reducción de residuos plásticos en el medio ambiente. Así mismo, en su proceso vital las plantas de fique contribuyen a la fijación de carbono, ayudando a mitigar el cambio climático, propósito con el que la humanidad está comprometida.
Obviamente, es una deducción de Perogrullo decir que el momento actual, en que la población mundial está empeñada en abolir el plástico y sus derivados, por la aterradora afectación ecológica medioambiental que produce, es la oportunidad de oro para el fortalecimiento del fique, como fibra natural apropiada para la fabricación de empaques y demás elementos acompañantes que puedan sustituir el plástico.
En el caso específico que nos ocupa, que es la situación actual de nuestra empresa Empaques del Cauca, se requiere una serie de decisiones gubernamentales que comienzan por mirar con preocupación de caucanos responsables, la crisis que actualmente atraviesa la empresa, que ya se acerca a los ocho meses de parálisis por una huelga que tiene diversas causas que deben analizarse con rapidez y conjurarse con prontitud y que requieren la convergencia de intereses económicos, sociales, laborales y políticos. Sin duda me refiero a la sensatez con que deben asumirse las posiciones políticas del sindicato y, por supuesto, las de la administración y los socios de la empresa. El Consejo Gremial y Empresarial del Cauca y, en general el sector productivo caucano está en mora de rodear y acompañar la administración de la empresa, por fortuna hoy en manos de un ejecutivo joven y experimentado y con las mejores intenciones por sacar adelante la empresa, que, recordémoslo, siempre ha sobrepasado momentos difíciles que en su larga historia empresarial.
No podría terminar este artículo sin hacer una justa mención del nombre de Darío Restrepo Isaza, quien finalizando la década de los setenta asumió la gerencia de la fábrica y la llevó a los más destacados niveles de producción y eficacia a nivel nacional, durante una larga temporada.
Tampoco creo que los caucanos, con nuestra característica lentitud y desidia para las decisiones importantes, podamos darnos el lujo de un nuevo cierre de otra empresa que se va del Cauca o que simplemente cierra sus puertas…
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