Por: Javier Orlando Muñoz Bastidas.
El tecnofeudalismo se define así: es el triunfo de la renta sobre el beneficio. Esta definición la realiza el economista griego Yanis Varoufakis, en su libro titulado: “Tecnofeudalismo. El sigiloso sucesor del capitalismo” (2024). El objetivo fundamental del libro, es explicar que el capitalismo tradicional se ha transformado a una forma de capitalismo mucho más compleja y problemática. A esta “evolución” del capitalismo se la podría denominar: hiper-capitalismo o ciber-capitalismo, pero el autor decide afirmarse en la denominación de tecno-feudalismo, porque se sustenta en la renta de los espacios para el funcionamiento de las plataformas digitales.
Pero, ¿qué quiere decir “el triunfo de la renta sobre el beneficio”? En primer lugar, hay que diferenciar entre: 1. Trabajo, y 2. Fuerza de trabajo. El trabajo es la fuerza experiencial y no mercantil del individuo, lo que la convierte en inalienable (es decir: que no se puede dominar desde la significación); mientras que la fuerza de trabajo es lo que el individuo cede de sí para obtener un beneficio mercantil (el trabajo asalariado).
De igual modo, para entender el concepto de trabajo, es necesario diferenciar entre dos modos de capital: 1. El capital mercantil, y 2. El capital como fuerza y poder. El primero se define con el intercambio de objetos mercantiles y de valores como el dinero; mientras que el segundo no implica un intercambio mercantil, sino la capacidad de poder influir e impactar en una dinámica social. Es verdad que en el capitalismo el capital mercantil coincide con el capital como poder, pero siempre queda un margen en el que el capital como fuerza se distingue del mercantil. Este margen es la acción de la consciencia crítica del individuo.
¿Hay un capital como consciencia, que es propiedad inalienable del individuo? Este es el gran punto de quiebre, que hace del tecnofeudalismo una mejor y más avanzada forma de dominación de los individuos, porque influye y determina la “identidad” profunda de los mismos, a partir de dispositivos de inteligencia artificial (las plataformas digitales). Se impone una identidad, al punto de hacer perder la individualidad misma.
¿Cómo realiza el tecnofeudalismo esta dominación profunda? Desde la determinación de la renta, por encima del beneficio. El feudalismo consiste en 1. Rentar un espacio del que se obtiene un pago, 2. Poner a producir el espacio, a partir de la explotación de los siervos. Aquí es necesaria una nueva distinción: 1. El proletario, y 2. El siervo. El proletario es un trabajador asalariado, mientras que el siervo es un trabajador que no recibe ningún salario. El tecno-feudalismo renta espacios digitales y algorítmicos a empresas que pagan una renta. Pero, para Yanis Varoufakis, el tecno-feudalismo ha impuesto una nueva forma de “siervos” o de servidumbre, que son los espectadores. Los nuevos siervos son los espectadores, porque trabajan para las grandes empresas, pero sin recibir ningún salario ni retribución.
¿Cómo lo hacen? Los dispositivos de inteligencia artificial con los que funcionan las plataformas digitales, tienen la capacidad de: 1. Captar y definir la atención, 2. Fabricar deseos, 3. Generar mano de obra gratuita y masiva desde las visualizaciones de las plataformas, 4. Crear espacios de transición digital (los feudos). En el tecnofeudalismo no hay capitalismo, entendido como libertad de mercado, porque las opciones ya están determinadas algorítmicamente.
Los dispositivos de inteligencia artificial con los que funcionan las plataformas, son tan poderosos y avanzados que tienen la capacidad de definir e imponer una identidad absoluta a los individuos. Las percepciones, los deseos, los pensamientos y los proyectos de vida de los individuos se pueden definir algorítmicamente, al punto de crear una disrupción: el establecimiento de una Data Driven Society, es decir: una sociedad en la que todo se define a partir de las decisiones que tomen algoritmos avanzados. ¿Es el tecnofeudalismo el que establecerá una nueva era digitalizada? ¿un nuevo individuo sometido y digitalizado?
¿Todavía le queda al individuo un activismo, que haga posible la transformación de los dispositivos digitales y de la dinámica económica que los define? Existe un trabajo y una fuerza como capital que es propia y única del individuo, que es la del pensamiento crítico, consciente y creativo. ¿Consciencia o dominación?
¡Íncipit!