Elsy Patricia Daza Dorado
Vamos construyendo nuestra identidad con el pasar de los años, la retejemos con todo lo que nos acompaña del día a día, es así como construimos en la mente el lugar que queremos, los escenarios que deseamos visualizar en un futuro inmediato, creo un contexto abierto para saber en teoría cual es el nuevo planeta que deseo, con ríos y ecosistemas limpios, comunidades con sentido de pertenencia, educadas para la conservación del medio ambiente, familias generando su propio alimento, sembrando hortalizas, verduras, lo que las hace auto sostenibles, desglosar la memoria textual del planeta tierra permite ver cuáles son los contextos actuales y las causas que han llevado a que nuestro territorio, esté sufriendo de enfermedades lamentables.
Un contexto actual por mejorar, es la calidad de vida de las comunidades y de los países, indicador que define un cambio en la sociedad y la economía, modernización de las instituciones sociales y las formas de vida, crecimiento del ingreso y de la capacidad productiva.
Aunque esta idea de modernidad y desarrollo es inherente con el paso de los años, no está exenta de vicisitudes, el desarrollo ha ido adquiriendo un enfoque cuantitativo de acumulación de cosas para el consumo, y es precisamente en el escenario de la cuantificación donde se fortalece el concepto material de desarrollo. La connotación de desarrollo, significa mejorar el nivel de vida, pero se desmejora en otros aspectos como acumulación, invasión, uso de vehículos para el transporte, desplazamientos forzados, basuras, erosión, explotación, contaminación, producción de C02, etc.
Con la anterior premisa se quiere indicar, que el desarrollo, no solo es comienzo de bienestar colectivo, también es indicio de deterioro ambiental y afectación de la salud a nivel general.
Para explicar los daños ambientales que han crecido durante los últimos años, debo referirme primero al crecimiento desbordante de la población, característica relevante cuando se analiza que a mayor crecimiento de la población, habrá mayor consumo de agua, mayor consumo de energía, mayor consumo de alimentos, y por ende, incremento en la producción de bienes y servicios, como también el incremento en la compra de bienes para el hogar y la industria, actividades generadoras de residuos sólidos. Según el ministerio del medio ambiente de Colombia, en el país, se recolecta y dispone en rellenos sanitarios 26.975 toneladas diarias de residuos sólidos domiciliarios, por lo cual en promedio una persona produce casi un kilo de residuos sólidos al día. Bogotá es la ciudad donde más se produce residuos, cerca de 6.300 toneladas/día, seguido del departamento de Antioquia 3.260 toneladas/día, Valle del Cauca (3.072 toneladas/día) y Atlántico (1.907 toneladas/día) Obviamente lo anterior, considerando que estas ciudades por ubicarse en la zona Andina, son albergadoras de un mayor número de población e industrias, de lo que se deriva que a más población e industrias, mayor producción de basuras y contaminación ambiental.
Y es que las ciudades capitales colombianas desde los años de 1983 hacia adelante, albergan a gran parte de las familias que se desplazan del campo a la ciudad en busca de refugio y trabajo, porque el campo ya no ofrece seguridad, por causa de la guerra entre grupos armados y el ejército, las familias campesinas se ven obligadas a abandonar sus casas porque la guerra, amenaza con sus vidas.
Una de las líneas de acción para enfrentar este desafío social, es brindar apoyo a los habitantes del sector rural en cuanto a inversión social e incentivos que motiven al campesino a quedarse en el campo y de esta forma, no se vea amenazada la seguridad alimentaria de las familias que viven en la ciudad y que dependen del 80% de los productos emanados del campo para su subsistencia, así mismo minimizar y controlar el desplazamiento de miles de familias a las ciudades capitales, evitando así, el hacinamiento de población, y con ello las consecuencias desbastadoras del cambio climático.