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Orlando Fals Borda (1925-2008)

FERNANDO SANTACRUZ CAICEDO

Entre los científicos sociales colombianos nos ilumina incesantemente el sociólogo Orlando Fals Borda. Sus invaluables aportes al conocimiento y transformación de la realidad de los “pueblos débiles” del mundo, son reconocidos internacionalmente. Nació en Barranquilla (1925). Estudió en las universidades de Dubuque, Minnesota y Florida, donde se recibió como Doctor en Sociología Latinoamericana. La suya fue una vida dedicada a la investigación, academia y participación en las luchas populares, movimientos/conflictos sociales, asuntos agrarios. Jamás separó la transformación de la realidad de la práctica social. Una de sus más importantes contribuciones al avance de las ciencias sociales fue el método de Investigación Acción Participativa –IAP-, tendencia latinoamericana de la teoría de la Investigación-Acción de Kurt Lewin. ¡Fals Borda ante todo fue un creador! Fundó la moderna sociología en nuestro país. La IAP dio un vuelco cualitativo al estudio/praxis de las ciencias sociales en Colombia, América Latina y los Pueblos del orbe.

Como procedimiento de investigación, la IAP pretende transformar la realidad social mediante la activa intervención comunitaria durante la secuencia investigativa, enfoque en el que investigador/comunidad son sujetos activos, tanto en la búsqueda del conocimiento como en el planteamiento de propuestas alternativas para resolver problemas sociales específicos. Caracterizan la IAP: i- la participación comunitaria, directa/activa, en todas las fases del proceso investigativo –enunciación del problema, compilación/tratamiento de información, despliegue de soluciones, examen de resultados-. ii- el intercambio de conocimientos –científicos/empíricos-,

concediéndoles similar valor a los dos saberes a fin de lograr un entendimiento más completo. iii- la praxis, actividad decisiva en la transformación social; elemento imprescindible para materializar la teoría. iv- la transformación social, esencia de la IAP, convoca los grupos sociales con el objeto de establecer su problemática, sugerir/activar soluciones y alcanzar el progreso comunitario. v- el deber ético, reclama del investigador lealtad/respeto para la comunidad con la que labora.

Resaltamos algunas aportaciones de Fals Borda a la IAP: i- reconvino la investigación tradicional, por considerar a las comunidades “objetos de estudio”. Contrapuso la IAP como variante democrática/responsable, para abordar el conocimiento/solución de las más sentidas necesidades colectivas. ii- alentó el desarrollo de la conciencia crítica colectiva, con la finalidad de promover la reflexión sobre su realidad y plantear/activar soluciones. iii- recalcó la praxis como elemento sustancial de la transformación social; como fundamento de la realización teórica. iv- patrocinó la propuesta de construir “desde abajo”, desde las comunidades,

mediante procesos reflexivos/participativos. v- divulgó/aplicó la IAP, instrumento

indispensable para investigar/transformar las comunidades involucradas en circunstancias de inequidad/conflicto. Sintetizando: La IAP de Fals Borda es una estrategia de investigación colectiva, directa y dinámica, contextualizada y responsable, que procura obtener conocimientos y formular opciones de resolución a los problemas comunitarios, desde una perspectiva de transformación social.

De la muy extensa obra del doctor Orlando Fals Borda, destacamos “La Violencia en Colombia. Estudio de un Proceso Social” (Ediciones Tercer Mundo, primera edición, Bogotá, Colombia, 1962), libro del que es coautor con los doctores Germán Guzmán Campos y Eduardo Umaña Luna, profesores de la Universidad Nacional de Colombia. El texto examina la múltiple etiología de la “Violencia”, desatada a finales de la década de los 40 y que hoy pervive fortalecida, ¡después de 77 años! Analiza sus orígenes, dinámicas, resultados y refuta, contundentemente, las falacias “partidistas” –godo/liberales- y los ancestros “rurales” de tal fenómeno social. Denuncia al Frente Nacional, como solución superficial, que ignoró las raíces del conflicto. La metodología abarca diversas fuentes, archivos, testimonios, etc.;

acomete la “Violencia” desde la economía, la política, lo sociocultural; “revela” sus horrores e insinúa la construcción de una memoria colectiva, inserta en el constructo de la PAZ en Colombia. En breve, “La Violencia en Colombia” resalta su carácter polifacético, repercusiones e interpretaciones simplificadas de la sociedad colombiana.

En su prólogo para la segunda edición (2005), Fals Borda dicta una cátedra magistral sobre el “decrépito fenómeno de la violencia múltiple como un conjunto de hechos, eventos y procesos repulsivos, vinculados en el espacio/tiempo, para apreciar y entender, de manera diferencial, su sentido y ponderar sus letales efectos en la vida colectiva, por regiones, clases sociales e individuos”. Condensa las hipótesis/tesis/constructos “verosímiles” sobre la violencia colombiana. Denuncia como culpable de la misma a “la clase política tradicional que siguió en el poder sin merecerlo, mientras se asesinaba impunemente a dirigentes nuevos que permitían recuperar la dignidad nacional y la práctica libertaria, impulsando el genocidio repetido del pueblo y la matanza a discreción”. Y, agrega: “La oligarquía

responsable de estos repetidos crímenes de lesa patria podía frotarse las manos de satisfacción ante este asedio represor, continuado por decenios”. Finaliza planteando que “el ethos de la resistencia, tan firmemente asentado sobre los antiguos fundamentos etnoculturales, puede hacernos repensar en nuestra

resurrección”. Cree en un socialismo “que no es copia de otros sistemas análogos del mundo y que nos aleja de la politiquería sangrienta y manipuladora”. Y, afirma que en “aquellos grupos originarios fincados en nuestro medio tropical se destila un ethos no violento que es el que podemos recuperar, revivir y transmitir ahora”. ¡He aquí algunas claves para instaurar la PAZ en Colombia!

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