Thursday, March 20, 2025
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Diario del Conflicto

Por Donaldo Mendoza

«Diario del conflicto / De Las Delicias a La Habana (1996-2013)», ese es el título completo de la obra del filósofo, escritor y periodista Jorge Cardona, publicada en 2013 con el sello de Penguin Random House, 324 pp. Es un registro cronológico del conflicto armado en Colombia de los últimos cincuenta años. Hace parte de tres volúmenes, de sendos escritores, y surgieron de la sugerencia del director de El Espectador, don Fidel Cano, para la serie «Debate», con la asistencia de la Universidad de los Andes.

El propósito del libro es narrar con detalles, sin sesgos ni pasiones visibles, la historia de Colombia durante esos años, bajo el signo del conflicto armado. El eje temático gira en torno a los gobiernos de Andrés Pastrana, Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos. Aunque la lupa, en las más de trecientas páginas, muestra en primer plano a Uribe y Santos, por los golpes contundentes propinados a las FARC, al punto de sentarlas a la mesa, en La Habana, en un exahustivo proceso de diálogo que llevó a la firma del Acuerdo. Los lectores recordarán que el colofón de esa gesta fue el premio Nobel de Paz a Juan Manuel Santos.

Hay un punto de quiebre en el conflicto, y fue la toma de la base militar Las Delicias (Putumayo) el 30 de agosto de 1996 por parte de las FARC, con un saldo trágico para las Fuerza Armadas de Colombia de 28 uniformados muertos y 60 retenidos. Para las FARC fue la institucionalización de la práctica del secuestro como medio de financiación y fines políticos (canje de militares por guerrilleros presos, mediate un “acuerdo humanitario”). Vale decir que este objetivo nunca lo lograron, en razón de la intransigencia de Uribe primero y Santos después. El pulso lo ganaron los dos mandatarios, aunque a un precio muy alto: la muerte de los once diputados del Valle del Cauca, el gobernador de Antioquia, Guillermo Gaviria, y el consejero de paz Gilberto Echeverri, entre otros.

En esa y otras demostraciones de fuerza de las FARC, además de la cada vez más baja moral de las Fuerzas Armadas, halló razón Simón Trinidad para expresar con plena confianza: “Vamos por el poder”. Y lo hubieran logrado si los Estados Unidos, muy preocupados, no implementan a tiempo el Plan Colombia, orientado a fortalecer las FF.AA. con armamento de última generación e inteligencia artificial. Fue el legado de Andrés Pastrana a Álvaro Uribe. Asimismo, la vuelta de tuerca que devolvió la moral a las FF.AA. y a Uribe un capital político que le permitió gobernar con cheque en blanco, extendido por más del 80% de colombianos hartos de la violencia y el terror. Y con ello, el visto bueno de los otros dos poderes, y medios de comunicación obedientes. El resultado, luego de ocho años de gobierno, fue una FARC ya debilitada y los 6402 falsos positivos (personas humildes, inocentes, pasadas por guerrilleros muertos en combate), según rigurosa invetigación de la Jurisdicción Especial para la PAZ (JEP).

A la luz de nuestros días, tienen plena vigencia los visos de escepticismo del autor, al final del libro: “La paz entre el gobierno Santos y las FARC está por verse”. Iván Duque se desentendió del asunto, la paz total de Gustavo Petro está embolatada y la reparación a las víctimas sigue en veremos.

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