RODRIGO SOLARTE – rodrigosolarte27@gmail.com
El lenguaje nos comunica pero no es la única manera. Desde la vida intrauterina la madre interpreta señales y con la experiencia amorosa aprende a interpretarlas.
La cosmovisión nativa de nuestros ancestros, en directo contacto con la biodiversidad que también alimentará la vida extrauterina, considera vitalmente al planeta como la Madre tierra, y al calor energético que proporciona el sol, como al padre. De ambos dependerá el proceso vital que se inicia con la gestación en pareja, y en diálogo con la naturaleza incluyendo todos los fenómenos, preocupación que originó la necesidad de la investigación para ir dilucidando tantos misterios, muchos de los cuales persisten.
La racionalidad imperante durante los últimos siglos, creó el poder económico como principio y valor del ser humano, denominado políticamente hoy como el Neoliberalismo, hijo del Capitalismo negacionista de otras vidas, incluyendo la mayoría de su misma especie, la Humana.
Los Nativos de todos los continentes, climas, culturas e historia de sobrevivientes con todo el mestizaje: genético, social y antropológicamente demostrado, ya son reconocidos como los principales cuidadores de la Naturaleza y el planeta que habitamos, convirtiéndose en SUJETOS HUMANOS fundamentales para el mantenimiento y sobrevivencia de la Biodiversidad y demás alternativas, al corregir los MALTRATOS A LA VIDA, tanto del planeta como a la gente y demás especies.
La diversidad humana explica también las diversas interpretaciones a lo que consideramos la actual realidad global, por regiones y localidades, así como las dificultades de la GOBERNANZA, tradicionalmente de élites en el poder y administración del Estado-Nación, actualmente en transición hacia un VERDADERO ESTADO SOCIAL DE DERECHOS, exigente del ACUERDO NACIONAL, necesario con AMPLIOS FRENTES DE ABORDAJE, tanto regionales como nacionales, ante la diversidad problemática acumulada e indispensable PROGRESO INTEGRAL que necesitamos como país.
Fue justo y necesario el protagonismo organizativo y presencial del campesinado nativo indígena, mestizo, afro, ambientalistas, artistas, músicos, emprendedores en general, caleños, de otras ciudades y pueblos de Colombia, que con delegados y representantes institucionales de más de centenar y medio de países, compartieron y aprendieron sobre diversidad y calentamiento global en LA COP16 de Cali-Colombia 2024.
El CAMBIO ESTRUCTURAL de fuentes de energía actuales ( petróleo, carbón, gas), a limpias y sostenibles por su origen natural ( eólica, solar, hidráulica), es un reto a la conciencia universal beneficiada por los progresos significantes en este período de la historia humana, la cual ha tocado fondo por la amenaza a la misma existencia de LAS VIDAS en el planeta tierra, maltratado por los tóxicos, desechos, venenos, ignorancias e insensibilidades al tratar la fuente de vida como lo es el planeta con toda su biodiversidad, como simple OBJETO DE EXPLOTACIÓN para comercialización y consumo.
Ya sabemos que los seres vivos nos comunicamos con todos los sentidos, tanto hacia dentro como hacia afuera o contexto en el cual nos encontremos. La diversidad regional, humana y cultural, que el sentido común ya hace comprensible, se dedujo científicamente de la observación sistematizada de la vida en la naturaleza de la cual hacemos parte como ESPECIE HUMANA.
Con los idiomas nos comunicamos lingüísticamente, desde lo nativo con la lengua familiar del lugar, hasta otros lugares del planeta tierra, mediados por el diálogo solidario que incluye la biodiversidad esencial para el crecer y desarrollarse como SERES que nos consideramos diferentes, no superiores ni inferiores, sí partícipes en mayor o menor proporción, de los adelantos que hemos considerado civilizatorios con complejidades y contradicciones.
Al igual que como citadinos necesitamos direcciones para no perdernos, y más cuando vamos a campos desconocidos, los diálogos multisensoriales que observamos de los nativos con las demás especies vivas, y al salir de sus contextos de origen, hoy globalizado con los aportes virtuales a los que también ya tienen progresivo acceso, el necesario regreso a la naturaleza que nos queda, mantenimiento, renovaciones con criterios de prevención ya experimentados y promoción holística de las vidas, nos notifica sobre la necesidad del diálogo amplio y constructivo en esta nueva era de la especie humana.