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Desafíos del presente

R0DRIG0 SOLARTE – rodrigosolarte27@gmail.com

La vida terrícola es un desafío permanente desde la gestación y antes de ella, cuando la pareja decide ser padres responsables o no, por múltiples situaciones del proceso vital de vida hasta la muerte individual, familiar, epidemiológica o socialmente en la porción del territorio donde viva.

Cada ser humano, individual, grupal y colectivamente tiene desafíos, que asume con mayor o menor decisión, durante el plan de vida que haya integrado o lo vaya elaborando durante el proceso vital. Como ciudadanos de la estructura universal y el cosmos, tiempo y espacio, local y global, cuentan y evolucionan con la sensación estática, breve o prolongada que la misma información, culturas e historia de la especie humana proporcione.

El pasado, presente y futuro, cada generación y disciplina del conocimiento podría determinarlo. Las disciplinas no son aisladas del todo, evolucionan con las partes interrelacionadas que lo conforman.

El todo académico lo asimilamos con lo POLÍTICO como ciencia integradora de las ideas prevalentes en alguna de las regiones o continentes que habitemos. El egoísmo impregnado en conciencias políticas activas, difieren conceptualmente de lo individual que como Seres, todos tenemos, y de lo social solidario impregnado en todo SER humanista como cualidad que nos caracteriza. En tal sentido, todas y todos somos seres políticos, valor que viene desde los griegos y romanos.

La Democracia, representativa y participativa, ejercidas desde el centro hasta la periferia del país y por todas y todos los ciudadanos sin distinciones económicas, religiosas, étnicas, de género y sexo, fue la definida como Norma constitucional en 1991 para Colombia. En la misma se consagró la PAZ COMO UN DERECHO Y DEBER, orientación de vida que permeó las conciencias, violentamente formadas durante más de medio siglo, en los Acuerdos entre el Gobierno de entonces y la mayor organización guerrillera que existía en el continente americano hasta el 2016, las FARC-EP.

Los malos tratos entre humanos, trasladados también a los tradicionalmente llamados recursos naturales: tierra, agua, aire y espacio, convertidos en objeto de conquista por los imperios económicos, militares e investigativos aeroespaciales, persisten con diferentes desafíos, reacciones y respuestas que pueblos y gobiernos asumen, progresivamente conscientes de que otros PRINCIPIOS Y VALORES DE VIDA colectiva, familiar e individual, son indispensables, para no regresar a situaciones de violencias y guerras ya vividas, local, regional y globalmente.

Estas difíciles pero necesarias transiciones para los CAMBIOS INDISPENSABLES cuentan ya con líderes y lideresas, formadas y en formación, acordes con el conocimiento de la historia desde nuestros ancestros, hasta los progresos de las ciencias y las tecnologías para su aplicación, en los campos y áreas que los GOBIERNOS E INSTITUCIONES DE PUEBLOS DEMOCRÁTICOS DECIDAN.

Las élites económicas aspiran concentrar sus intereses corporativos en un NUEVO ORDEN MUNDIAL, con algunas diferencias respecto a profundizar dependencias o facilitar interdependencias por conveniencia mutua.

Los GOBIERNOS PROGRESISTAS con sus pueblos, historia, violencias y búsqueda de alternativas, lo más pacíficamente posible, continuarán aumentando en cantidad y calidad por el HUMANISMO centrado en LA VIDA desde la gestación, las nuevas generaciones de relevo en el CENTRO DE NUESTRAS PREOCUPACIONES CIUDADANAS, con alimentación, salud, educación y trabajo acorde con las aspiraciones incluyendo a la Colombia que sueñen y tantos más que llevan implícitos los deberes como caucanos, colombianos, americanos y terrícolas, pasajeros habitantes de esta CASA COMÚN.

Como disciplina del conocimiento dedicada al estudio, conocimiento y difusión del BUEN TRATO INTEGRAL a niñas, niños y adolescentes con sus familias e Instituciones formadoras, NUESTRO DESAFÍO CIUDADANO Y PROFESIONAL continúa siendo la mejor atención del proceso salud enfermedad, físico, mental y social, de las actuales y siguientes generaciones que tienen a nuestra bicentenaria UNIVERSIDAD PUBLICA DEL CAUCA como referente para continuar mejorando y apoyando todo lo que considere PROGRESISTA para nuestro país, región y continente.