CARLOS E. CAÑAR SARRIA – carlosecanar@hotmail.com
“El Papel Periódico de Santa Fé de Bogotá”, que circuló el 9 de febrero de 1791, significó el inicio del periodismo en nuestro país. Don Manuel del Socorro Rodríguez, de nacionalidad cubana, está considerado como el padre del periodismo colombiano. Este periódico llegó a convertirse en uno de los más importantes en Latinoamérica y en el primer periódico oficial de la capital del país.
El periodismo históricamente lo hemos visto relacionado con la política. Es así que desde 1886, los siguientes mandatarios han estado relacionados con la actividad periodística : Rafael Núñez, Carlos Holguín, Miguel Antonio Caro, Carlos E. Restrepo, José Vicente Concha, Marco Fidel Suárez, Pedro Nel Ospina, Miguel Abadía Méndez, Enrique Olaya Herrera, Eduardo Santos, Mariano Ospina Pérez, Laureano Gómez, Roberto Urdaneta Arbeláez, Alberto Lleras Camargo, Guillermo León Valencia, Gustavo Rojas Pinilla, Carlos Lleras Restrepo, Misael Pastrana Borrero, Alfonso López Michelsen, Víctor Mosquera Chaúx, Belisario Betancourt, César Gaviria, Ernesto Samper Pizano, Carlos Lemos Simmonds, Andrés Pastrana y Juán Manuel Santos.
Particularmente la prensa escrita, es el registro del devenir de los acontecimientos más relevantes de la sociedad colombiana; también ha sido referente de los conflictos sociales, políticos y económicos de nuestra historia. En la actualidad con el impacto de la Internet, de los periódicos virtuales y la opinión pública en las redes sociales, permiten el ejercicio y publicación de un periodismo con mayor grado de inmediatez y mayor accesibilidad. En otras palabras, con la Internet la prensa en general, se nos metió en las casas.
La historia del periodismo en Colombia no ha estado exenta de dificultades. Los hoy poderosos periódicos colombianos se construyeron con las uñas. Recordamos a aquellos “Quijotes” del periodismo nacional, Don Fabio Restrepo y el Dr. Santos en “El Tiempo”; a Don Gabriel Cano en “El Espectador”, entre otros.
El desaparecido periodista y columnista, José Salgar, hace varios años comentaba una anécdota que indica las penurias y dificultades por las que atravesaban tanto periodistas como periódicos. Señala que cierto día apareció en el periódico “La Razón” de Juan Lozano y Lozano, un aviso en que se ofrecía gratificación a quien diera noticia del paradero de un perro. Alguien llamó para preguntar por Lozano y le respondieron que no estaba. Tampoco se encontraban el jefe de redacción, ni el gerente, ni la secretaria. Todos habían salido a buscar al perro.
Es enorme la responsabilidad que ha tenido y tiene el periodismo en nuestro país dentro del proceso de consolidación de una verdadera democracia. De una buena o mala información pueden depender muchas vidas. Es el respeto a la verdad lo que hace meritoria la profesión u oficio del periodismo. Sin verdad no hay democracia. La labor ética y sincera del periodista repercute indiscutiblemente en beneficio de la sociedad, de la cual es vocero celoso y permanente.
El ejercicio del periodismo crítico e independiente, puede presentar dificultades, sin embargo las convicciones dan la energía suficiente para soportar los miedos. El aporte de los columnistas es relevante en la verdadera construcción de una cultura política democrática. No se puede pasar de agache frente a una serie de acontecimientos que van en detrimento de la justicia, de la equidad, de la igualdad, de la libertad, en otras palabras, no se puede callar ante hechos que van en contravía de la democracia.
Muchos periodistas han sido asesinados, condición que demuestra los riesgos que acarrea opinar en un país, donde desafortunadamente sigue anidando la intolerancia. No obstante las dificultades, el periodismo colombiano sigue erguido.
Dentro de las diferentes modalidades de periodismo, pensamos que en Colombia falta, hacer énfasis en el periodismo investigativo que se fundamenta en la búsqueda de datos, causas, consecuencias, pistas y testimonios sobre acontecimientos de relevancia social. Con la investigación y la opinión cobra sentido el periodismo como elemento de control social. El buen periodista se convierte en la ruina de los tiranos, de los corruptos, de los abusivos; pero también en apoyo a aquellos que dedican su vida en beneficio de la sociedad. Las satisfacciones que se tiene con el ejercicio del mejor oficio del mundo se llevan en el corazón.
Infortunadamente la prensa en nuestro país, viene en crisis. Algunos medios de comunicación han perdido la imparcialidad en el manejo de la información y con esta actitud, se oponen a la verdad y niegan la democracia al desconocer el bien público que es la suprema razón o el sentido del periodismo. No es secreto que algunos medios tergiversan o esconden la verdad en defensa de intereses muchas veces mezquinos.
