Inicio OPINIÓN Carlos E. Cañar S. De la temperatura política y otros asuntos

De la temperatura política y otros asuntos

CARLOS E. CAÑAR SARRIA – carlosecanar@hotmail.com

Ya se está calentando la temperatura política con miras a las elecciones del próximo año, sobre todo para las presidenciales, en las que cada día se abona más aspirantes, de acuerdo a lo que dicen recientes encuestas, que ponen a especular a la opinión pública en un país como el nuestro, donde las decisiones electorales están encadenadas a las coyunturas, por lo tanto, todo es incierto de aquí a mayo de 2.026, porque en dicho trayecto pueden suceder muchas cosas y en política no todo es previsible.

Pero hay gente que le gusta figurar y como la Constitución no es exigente en requerimientos para la aspiración presidencial, no es descabellado que personajes con cero probabilidades, sueñan, deliran y se desgastan inoficiosamente.

La oposición y otros sectores políticos, en búsqueda de alianzas, no ahorran esfuerzos para despotricar del actual gobierno, màs aún, después de que en el primer consejo de ministros televisivo, el presidente Petro hablara claro al país, que su programa de gobierno en un buen porcentaje aún no se ha cumplido, lo que llevó en primera instancia a una crisis ministerial, cuyo gabinete apenas vuelve a coger forma, en espera de sumar esfuerzos para hacer posible la aplicación de las grandes reformas sociales que llevaron al poder al presidente Petro y que un vasto sector de la población que lo acompañó electoralmente, aún confía que se lleven a cabo; sobre todo, cuando la decisión no depende sólo del presidente, sino también del Congreso, caracterizado por su renuencia al cambio.

El presidente ha insistido en que algunas reformas en que insista el Congreso en no aprobar, lo hará en lo posible, por decreto inspirado en la Constitución y las leyes.

La polarización que existe en la actualidad no es de extrañar, casi siempre ha existido; y hoy está encaminada a no reconocer nada bueno al gobierno del presidente Petro quien viene haciendo ingentes esfuerzos para implementar los cambios que la sociedad necesita en vivienda, empleo, trabajo, salud, educación, etc. El presidente ha destapado la olla podrida implicada en la crisis del sistema de salud qué consuetudinariamente tiene el derecho a la salud en cuidados intensivos, cuyos recursos se los han robado en medio de un engranaje de corrupción y mezquindad.

Pero la moda ha sido y sigue siendo hablar mal de Petro, quien sigue de chivo expiatorio de todo lo malo que ha sucedido y sucede en este país; con una mal llamada oposición que no sabe de dónde viene ni para dónde va; cuyos autodenominados líderes no llenan las expectativas porque ya nadie les cree y porque el presidente, sigue aglutinando muchísimos seguidores, lo que se ha demostrado en la convocatoria de las grandes marchas populares como exigencia para la aprobación de las reformas sociales.

Es importante que se sigan televisando los consejos de ministros, que sean escenario de autocrítica y crítica que es lo que viene haciendo el presidente Petro; que se conozca la verdad por parte de un gobierno de cara al pueblo que lo eligió. Sin verdad no hay democracia y hay gente interesada en que la verdad no se conozca y por ello se muestran en contra de la realización televisiva de los consejos de ministros, lanzando gritos al cielo como si fuera un sacrilegio. En una sociedad moderna y democrática el gobierno debe ser visible y público. Visible para que no tenga nada que esconder y público, porque debe ser publicitado y debe encaminarse a la defensa de intereses colectivos. Salvo los asuntos de secretos de Estado, no se pueden publicitar, de lo contrario, quienes no quieren conocer la verdad en los consejos de ministros, muy simple, que cambien de canales o apaguen los televisores.

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